Por Juan Pablo Troncoso, Gerente de rentas vitalicias de BICE VIDA
En el mundo actual, donde los avances tecnológicos y las complejidades económicas están en constante evolución, la educación financiera se ha convertido en una habilidad esencial para todas las etapas de la vida, ya que nos permite alcanzar bienestar. Y el caso de las personas mayores no es la excepción. Ante esto, es fundamental reconocer la importancia de brindarle a este grupo de la población herramientas financieras sólidas que les permitan navegar con confianza en un entorno económico en constante cambio.
Las personas mayores son un tesoro de sabiduría y experiencia, pero muchas veces se encuentran en desventaja cuando se trata de comprender y manejar conceptos financieros modernos, sobre todo ante el rápido crecimiento de las nuevas tecnologías. Con frecuencia, se enfrentan a desafíos únicos, como la planificación de la jubilación, la gestión de ahorros y la protección contra estafas financieras, que requieren un conocimiento especializado para abordar de manera efectiva.
¿Cómo avanzar? A través de diferentes herramientas. Primero, es esencial impulsar una comunicación continua y efectiva. Esto, ya sea a través de talleres presenciales, materiales impresos y/o recursos en línea diseñados específicamente para personas mayores. Asimismo, es clave fomentar su participación en grupos de discusión y actividades comunitarias centradas en las finanzas. Esto puede ayudar a crear un entorno de apoyo, donde puedan compartir conocimientos y experiencias y, al mismo tiempo, aprender unos de otros.
Por último, pero no menos importante, es esencial fomentar una cultura de apoyo y respeto hacia las personas mayores en todas las esferas de la sociedad. Reconocer y valorar su contribución continua y su capacidad para aprender y adaptarse en el ámbito financiero es fundamental para crear un entorno en el que se sientan capacitados y motivados para mejorar sus habilidades financieras.
La educación financiera para personas mayores es una inversión en la seguridad y el bienestar de nuestra sociedad en su conjunto. Al proporcionarles las herramientas y el conocimiento necesarios para tomar decisiones financieras informadas, podemos ayudarles a llevar mejor su día a día, a impulsar el ahorro y a una mejor gestión de sus finanzas en general. Sin embargo, para alcanzar un real avance, es fundamental impulsar hoy un trabajo conjunto entre el sector privado y público, que permita adoptar las políticas y herramientas necesarias en todos los ámbitos de la sociedad.