En un alarmante inicio de año, la vulnerabilidad en la seguridad cibernética ha llegado a un punto crítico: los ciberdelincuentes pueden descifrar contraseñas de menos de ocho caracteres en apenas 30 segundos. Este inquietante dato destaca la importancia de una acción inmediata para fortalecer las defensas digitales, especialmente en pequeñas y medianas empresas.
A partir de una de las filtraciones de datos más masiva de la historia – la MOAB («Mother Of All Breaches») – se expusieron más de 26 mil millones de registros. Entre las empresas más afectadas se encuentran Tencent, con 1.5 millones de registros comprometidos; Weibo, con 504 millones; MySpace, con 360 millones; y X, con 281 millones, lo que demuestra una vulnerabilidad creciente en la infraestructura digital global.
Ante esta realidad, el CEO y Cofundador de Rankmi, Enrique Besa, explica en su paso por el Mexico Business Forum -desarrollado en ese país- que “es imprescindible que las pymes y nuevas empresas reconozcan la necesidad de implementar políticas de seguridad efectivas y protección de datos personales”.
En esa línea, agrega que “una medida fundamental es el acceso basado en el mínimo privilegio, que consiste en otorgar a los usuarios únicamente los permisos necesarios para realizar sus tareas específicas, limitando así la posibilidad de acceso a información sensible”.
Asimismo, explica que se debe comenzar a aplicar la segmentación de la red y un monitoreo constante; medidas que son sólo el inicio de la puesta en marcha de acciones que buscan fortalecer las defensas contra futuros ataques.
Además de la tecnología, la capacitación continua en ciberseguridad para los distintos equipos es crucial. Así explica, Diego González, Chief Information Security Officer (CISO) de Rankmi, asegurando que “la educación y concientización son las primeras líneas de defensa, por lo que generar instancias educativas en las que todos los miembros de nuestros equipos estén al tanto de las herramientas que pueden emplear para frenar los ciberataques, es fundamental”.
“Es clave para cualquier empresa, sin importar su tamaño, implementar protocolos de seguridad robustos. Estas prácticas no solo protegen contra amenazas actuales, sino que también preparan a nuestros equipos para adaptarse a futuras vulnerabilidades y desafíos. Al fortalecer nuestra infraestructura tecnológica, también incrementamos la confianza de clientes y socios”, afirma el CEO de Rankmi, subrayando la importancia de un Sistema de Gestión de Seguridad de la información (SGSI), con certificaciones como, por ejemplo, la ISO 27.001, y una gobernanza eficaz.
Ante el creciente aumento de ciberataques, se acentúa la necesidad de actuar y tomar medidas concretas que frenen este tipo de acciones que vulneran la información de las empresas. Es esencial adoptar un enfoque integral hacia la ciberseguridad que aborde la mejora de infraestructura, la implementación de políticas públicas adecuadas y la constante capacitación y educación del personal, para combatir este nuevo tipo de amenazas.
Fuente: G Noticias
