Pocos pensaron en el impacto que tendría esa primera red entre universidades en California hace más de 50 años, a través de una línea telefónica conmutada, cuya evolución concluyó en lo que conocemos ahora como Internet, el cual ha surgido como un poderoso motor de transformación, redefiniendo no solo nuestros métodos de comunicación y trabajo, sino también en la forma como hacemos negocios. La sinergia constante entre la conectividad y el poder de cómputo cada vez más accesibles, generó un proceso vertiginoso de digitalización de todos los procesos en nuestro día a día. La economía y nuestra relación con el dinero no podían quedar fuera, y el Internet impulsó la digitalización financiera facilitando la inclusión y el acceso a servicios financieros. Este fenómeno merece nuestra atención y reflexión, especialmente en el marco del Día del Internet.
Uno de los hitos más significativos en el ámbito financiero ha sido la eliminación de las barreras físicas y económicas que solían restringir el acceso a los servicios financieros. Antes, abrir una cuenta bancaria o solicitar un préstamo implicaba visitas repetidas a sucursales físicas y una cantidad considerable de trámites burocráticos. Hoy, gracias a la transformación digital, estas gestiones pueden completarse con apenas unos pocos clics desde la comodidad de nuestro hogar o dispositivo móvil. Esta democratización del acceso ha eliminado las barreras geográficas y socioeconómicas, permitiendo que una gama más amplia de personas participe en el sistema financiero.
Otro aspecto interesante para resaltar es la personalización. Con algoritmos avanzados de “machine learning”, análisis de datos y AI, los diferentes actores del sistema financiero pueden ofrecer productos y servicios adaptados a las necesidades individuales de los clientes, en el momento justo cuando lo requieren. Desde recomendaciones de ahorro hasta ofertas de préstamos personalizados, la digitalización ha permitido una experiencia bancaria más centrada en el usuario, aumentando la satisfacción y la fidelidad del cliente.
Además, la digitalización financiera ha impulsado la innovación en productos y servicios. Desde las criptomonedas hasta la tecnología blockchain, el panorama financiero está experimentando una oleada de nuevas herramientas y soluciones que desafían las normas establecidas. Estas innovaciones no solo fomentan la competencia y la mejora continua, sino que también abren nuevas oportunidades de inversión y crecimiento económico.
Sin embargo, no todo son aspectos positivos. La digitalización también plantea desafíos significativos en términos de seguridad y privacidad. Con el aumento de las transacciones en línea, surge la preocupación por la protección de datos y la ciberseguridad. Es por ello que desde SONDA brindamos soluciones enfocadas a clientes del sector bancario y financiero donde les ayudamos a cumplir con diversas regulaciones y a estar un paso delante de los defraudadores, desde simulaciones de ataques, hasta la detección y mitigación de vulnerabilidades.
Por otra parte, la digitalización financiera plantea interrogantes sobre la inclusión y la equidad. A medida que la tecnología avanza, existe el riesgo de dejar atrás a aquellos que no tienen acceso a internet o no están familiarizados con la tecnología. Por lo tanto, es crucial garantizar que la digitalización financiera beneficie a todos los miembros de la sociedad.
Sin duda alguna la digitalización financiera está transformando el sistema bancario de manera profunda y multifacética. Si bien ofrece una mayor accesibilidad, personalización e innovación, también plantea desafíos en términos de seguridad, privacidad e inclusión. Para aprovechar al máximo sus beneficios y mitigar sus riesgos, es imperativo que los reguladores, las instituciones financieras, los usuarios y las empresas especializadas en digitalización y automatización, trabajen juntos en la creación de un entorno digital seguro, inclusivo y sostenible.
Fuente: TyN Magazine