Por Álvaro Rosenblut, Socio Grupo Corporativo de Albagli Zaliasnik (az)
Los procesos de fusiones y adquisiciones (M&A) han sido desde hace décadas una de las piedras angulares de la estrategia de crecimiento empresarial a nivel global, y ciertamente América Latina no es una excepción. En los últimos años, la región ha sido testigo de un aumento sostenido en la actividad de fusiones y adquisiciones, particularmente en el segmento mid-market, presentando tanto oportunidades como retos para las empresas e inversores por igual.
Con su creciente población, la expansión de la clase media y el aumento del gasto de los consumidores, la región presenta un terreno fértil para empresas que buscan acceder a nuevos mercados y diversificar sus fuentes de ingresos.
Ya no se trata únicamente de tomar posiciones en sectores tradicionalmente fuertes en la región, como pueden ser recursos naturales o productos agrícolas, sino que se ha abierto un interesante espacio para que empresas globales que buscan posicionarse y generar ventajas competitivas respecto de sus principales rivales, puedan aterrizar en esta parte del mundo en industrias y mercados tan variados como retail, servicios, finanzas, alimentación, energías renovables, por mencionar solo algunas.
Adicionalmente, los procesos de M&A han demostrado ser una herramienta particularmente eficiente para facilitar la transferencia de tecnología y conocimientos especializados desde y hacia las empresas latinoamericanas, generando mejoras en productividad, innovación y competitividad, contribuyendo no solo al desarrollo económico de la región, sino también a su posicionamiento en el mundo de la innovación.
Sin embargo, así como hay oportunidades también existen desafíos para que América Latina capture todo el valor que los procesos de M&A son capaces de generar.
El primer reto son los obstáculos normativos, en cuanto sabemos que nuestros países en términos generales presentan un entorno normativo complejo, burocrático y a veces incluso proteccionista, que no siempre es todo lo amigable y seguro que cualquier inversión requiere, generando retrasos, incertidumbre y un consecuente aumento del costo de la inversión. Con todo, Chile ha dado pasos importantes en esta materia y existen igualmente proyectos de ley destinados a agilizar los procesos de inversión, para desburocratizar la obtención de los permisos y aprobaciones, y para solidificar la tan necesaria garantía de seguridad jurídica por la que nuestro país se ha caracterizado durante los últimos 40 años.
Un segundo desafío es el impacto que la volatilidad económica que presenciamos a nivel mundial, el cual también afecta a nuestro continente, impactando a nivel de tipo de cambio, inflación y tasas de crecimiento del PIB. Afortunadamente, los inversionistas que miran hacia nuestros mercados han sabido traducir adecuadamente estos riesgos a las valorizaciones de los proyectos de M&A, lo que ha probado ser un adecuado mecanismo de mitigación de estos riesgos potenciales.
Finalmente, las preocupaciones sociales y ambientales, las cuestiones relacionadas con la sostenibilidad, la responsabilidad social y el compromiso de las partes (actualmente agrupadas bajo la nomenclatura de ESG), genera una presión adicional para que las transacciones se lleven a cabo de forma ética y responsable. Con todo, lejos de constituir un obstáculo o impedimento, la relativamente rápida homologación de estos estándares por parte de nuestros países nos mantiene en una posición relativamente privilegiada respecto de otras zonas del planeta, particularmente para inversionistas comprometidos con estos criterios de sustentabilidad.
Es claro que el éxito de cualquier operación de M&A en nuestra región requiere un profundo conocimiento de los mercados locales, la construcción de estrategias eficaces de identificación y gestión de riesgos y un compromiso con las prácticas empresariales responsables, elementos que, bien administrados y con el apoyo de una visión experta, pueden generar un espiral virtuoso que siga potenciando el flujo de inversiones y el nivel de transacciones en los próximos años.