La competencia se volvió fuerte y la diferencia en la mayoría de los casos se logra aplicando esta herramienta, que está cambiando el futuro de los negocios.
En Latinoamérica, un 21% de la población no está bancarizada, según un informe de Mastercard, y el 46% de los pagos presenciales siguen siendo en efectivo. Más allá de que la cifra viene mejorando considerablemente, la desigualdad sigue siendo una problemática que encuentra su contracara en la innovación y el emprendedurismo. Por otro lado, existen gran cantidad de corporaciones que no son de la industria financiera que ven una oportunidad enorme en incorporar servicios financieros aprovechando sus capacidades y canales digitales.
La tecnología fue el motor para la proliferación de nuevas propuestas que resuelven problemáticas de los ciudadanos y los servicios financieros comienzan a ser embebidos en las distintas plataformas que utilizan en forma cotidiana. La competencia se volvió fuerte y la diferencia en la mayoría de los casos se explica por la herramienta que está cambiando el futuro de los negocios: la inteligencia artificial (IA).
En primer lugar, surge como solución a uno de los tres problemas que el mercado anticipó para 2023: ciberataques y fraudes. Hace unos años, la empresa VISA previno fraudes por un monto estimado de US$2 mil millones gracias a la implementación de una solución tecnológica capaz de analizar cada transacción en un milisegundo identificando patrones sospechosos.
La aplicación de IA en fraudes protege a cuatro actores de la industria: usuarios, bancos emisores, adquirentes de medios de pago y comercios. En el último tiempo, las contraseñas y las validaciones de doble factor se vieron complementadas con biometría, también desarrollada con inteligencia artificial. Hoy en día es posible, a partir del comportamiento del usuario y distintos patrones, evaluar en menos de un segundo una transacción sospechosa o todo lo contrario, válida. Esto impacta notablemente en la rentabilidad de un comercio, ya que es mucho más eficiente aprobando o rechazando transacciones. También impacta positivamente en la experiencia del usuario.
Fuente: Infobae