Romina Simonelli, VP de Payments en Ualá, conversó con Chócale sobre el crecimiento de la fintech de origen argentino, su rol en la inclusión financiera y los desafíos de expandirse en la región.
En un entorno donde la tecnología está redefiniendo a la industria financiera, Ualá está destacando como un actor innovador que trasciende los límites convencionales del sector bancario.
Con seis años de operaciones, la fintech con origen en Argentina ha conseguido no solo incluir financieramente a millones de personas, sino también crear un ecosistema financiero completo que integra préstamos, inversiones y pagos digitales, expandiéndose a México y Colombia. Además, la línea de negocio Ualá Bis ofrece soluciones para emprendedores y pymes como equipos POS y pasarelas de pago.
En conversación con Chócale tras su participación en un panel del Argentina Fintech Forum 2023, Romina Simonelli, VP de Payments de Ualá, atribuye el éxito de esta Fintech a la tecnología, la innovación y la capacidad para atender a un segmento históricamente desatendido por la banca tradicional.
“La banca tradicional tenía un proceso mucho más de atención personalizada, yo le digo ‘atención de papel’. Aquí es donde juega un rol fundamental la tecnología”, señala Simonelli. En ese sentido, destaca que pasó de ser una tarjeta de prepago donde “la gente pudiera tener un saldo digital para poder pagar su suscripción de video o música, algo que no se puede pagar en efectivo, y fue creciendo hasta transformarse en un ecosistema que hoy te permite acceder a préstamos e inversiones”.
La experiencia de Simonelli en la banca tradicional (anteriormente estuvo en el Citi y en Ank de Itaú) le proporciona una perspectiva única para apreciar este enfoque centrado en la tecnología.
“El 70% de nuestro equipo está dentro de la operación, el compliance y lo técnico. Creemos que la tecnología es parte de la revolución que viene detrás del proceso y eso es lo que nos permitió avanzar”, comenta.
Inclusión financiera y experiencia del cliente
La pandemia del COVID-19 actuó como un catalizador para la digitalización financiera, desafiando las expectativas de quienes serían los usuarios digitales. “La pandemia nos llevó a un nivel de educación y a socializar la educación financiera”, reflexiona Simonelli, quien también identifica el mayor acceso a la tecnología como una de las claves para el crecimiento de la Fintech.
Ualá respondió a esta nueva realidad con productos innovadores. Ejemplo de ello son las cuentas para menores de edad, que permiten a los adolescentes entre 13 y 18 años aprender a gestionar sus finanzas de manera segura.
Mirando más allá de la bancarización, Ualá ofrece una diversificación en servicios financieros que incluye inversiones. “En una Argentina complicada a nivel macroeconómico, ofrecemos opciones de inversión y acceso a monedas fuertes como el dólar en tan solo dos clics”, explica Simonelli.
El enfoque de Ualá hacia la inclusión financiera rompe con el paradigma tradicional de la banca. “Históricamente, el segmento no bancarizado fue desatendido”, señala. Ualá se propone cambiar eso, utilizando la tecnología como un pilar para simplificar el acceso a los servicios financieros.
“Somos más una empresa tech que financiera”, resalta Simonelli. De hecho, enfatiza la importancia de la banca como un servicio commodity, donde la diferenciación ya no viene dada por los beneficios de las tarjetas, sino por la usabilidad y la experiencia.
“No es solo la tarjeta. Es también la aplicación que te invita al ecosistema y a distintos procesos de experiencia de cliente”, afirma.
Al poner al cliente en el centro de su modelo de negocio, Ualá se diferencia significativamente de los bancos tradicionales. “Nosotros nacimos como usuarios de home banking (las plataformas de Banco en Línea de las entidades financieras) y entendemos qué mejorar si pudiéramos rehacerlo”, dice Simonelli. La agilidad y simplicidad de la experiencia del usuario son fundamentales en esto.
Ualá ve potencial en países donde hay alto uso del efectivo
Finalmente, al referirse sobre la expansión de Ualá, Simonelli cuenta que la elección de nuevos mercados se basa en la oportunidad de digitalización, particularmente en áreas donde el efectivo todavía domina. Actualmente, la empresa opera en Argentina, México y Colombia.
“Latinoamérica es un mar de oportunidades”, dice, identificando a México como un mercado clave debido a que el 90% de las transacciones aún se realizan en efectivo. La visión de Ualá es clara: facilitar la transición hacia una economía digital en toda la región.
La ejecutiva reconoce que hay otros mercados en Latinoamérica que presentan oportunidades, como Perú y Ecuador. “La abuela decía: el elefante se come a pedacitos”, advierte.
Fuente: Chocale.cl
