Por Bastían Bastías, Arquitecto de software de Sermaluc
En el escenario actual, donde la tecnología avanza constantemente, las instituciones financieras se encuentran frente a un reto crucial: la obsolescencia tecnológica. Este fenómeno implica que las herramientas y sistemas que alguna vez fueron punteros ahora muestran señales de desgaste, dificultando la agilidad y competitividad de estas entidades.
La obsolescencia tecnológica amenaza la capacidad de respuesta ágil a las demandas cambiantes del mercado y los clientes. Con el tiempo, las plataformas tecnológicas que antes eran eficaces pueden volverse inadecuadas para enfrentar los desafíos actuales.
Identificando los signos de la obsolescencia
Una señal clara de que una tecnología está en riesgo de volverse obsoleta es cuando las empresas o entidades responsables de su desarrollo, plataformas o lenguajes de programación anuncian la interrupción del soporte. Esta decisión suele estar impulsada por factores como avances tecnológicos, cambios en la estrategia comercial, escasa demanda del mercado y dificultades de mantenimiento.
Este proceso genera un efecto dominó, donde la adopción de estas tecnologías se limita a profesionales con experiencia, mientras que la atracción de nuevos talentos disminuye. Si notamos que las generaciones más jóvenes muestran poco interés en aprender o trabajar con ciertas tecnologías, esto podría indicar que se acerca el fin de la utilidad de estas últimas.
La falta de interés y especialización entre los jóvenes profesionales puede afectar negativamente la innovación y la búsqueda de soluciones ágiles y eficientes en el ámbito financiero. La obsolescencia tecnológica puede obstaculizar la continuidad y la renovación, subrayando la importancia de mantenerse al tanto de las tendencias cambiantes del mercado.
Impacto en la competitividad: Mirando a través de los ojos del cliente
Aunque la obsolescencia tecnológica no afecta directamente a las entidades financieras, su influencia se manifiesta claramente en la experiencia del cliente. Como usuarios, buscamos instituciones financieras que simplifiquen nuestras vidas y ofrezcan soluciones rápidas y efectivas. Las empresas que no adopten tecnologías modernas pueden quedarse rezagadas y generar insatisfacción entre los clientes. La clave está en optimizar y automatizar procesos para cumplir con las expectativas de los usuarios y mantener así la competitividad en un mercado en constante evolución.
El desafío de la modernización
La modernización es un desafío estratégico que abarca múltiples aspectos esenciales. Cuando se considera si modernizar o reemplazar un sistema legado, se deben tomar decisiones críticas para garantizar la continuidad y la mejora de los procesos internos y externos. Es importante mantener lo que funciona bien, al tiempo que se incorporan nuevos elementos para mejorar la experiencia del cliente.
El proceso de modernización implica consideraciones técnicas, comerciales e infraestructurales. Evaluar las necesidades actuales y futuras de la entidad financiera es fundamental para tomar decisiones informadas. De la misma manera, es muy relevante mantener una estructura sólida y optimizada mientras se incorporan avances tecnológicos.
El compromiso de Sermaluc en la innovación
Sermaluc tiene un enfoque proactivo en la modernización tecnológica y la innovación. Nos encargamos de ofrecer soluciones adaptadas a las necesidades nuestros clientes y socios, estableciendo una base sólida de confianza y colaboración. Nuestro equipo comprometido trabaja para ofrecer soluciones que sean capaces de superar las expectativas.
Un ejemplo concreto de esta filosofía de trabajo es la transformación exitosa del portal PreviRed. En este proyecto, Sermaluc logró automatizar procesos manuales y mejorar la eficiencia general. A través de la implementación de microservicios y una interfaz de usuario amigable, se logró una notable mejora en la experiencia de los usuarios. La rapidez de procesamiento y la disponibilidad ininterrumpida del portal dieron lugar a una experiencia fluida para el usuario.
El futuro de la innovación
La obsolescencia tecnológica es un reto y una oportunidad en el mundo financiero. Al adoptar un enfoque estratégico en la modernización y la innovación, las entidades financieras pueden mantenerse a la vanguardia de la transformación digital y ofrecer experiencias de usuario excepcionales. El camino hacia un futuro financiero más moderno y ágil ya inició y continuará evolucionando cada vez más.
Es muy probable que la integración gradual de la inteligencia artificial se vuelva una parte esencial en los procesos bancarios. Esta tecnología podría influir en diversas áreas como atención al cliente, análisis de datos, detección de fraudes, personalización de servicios, predicciones financieras, procesamiento de documentos, y más.
La incorporación de esta tecnología tiene el potencial de optimizar la eficiencia operativa, enriquecer la experiencia del cliente y respaldar decisiones estratégicas. Sin embargo, es crucial adoptar estas soluciones con cautela y garantizar una atención meticulosa a las preocupaciones en torno a la seguridad y la privacidad de los datos de los clientes.
