Por Gerardo Urra
Desde el inicio de la emisión de prepago en Chile, sus tarjetahabientes han sufrido la falta de aceptación en algunos comercios. En paralelo hemos escuchamos de la aceptación universal de los medios de pago que significa que una tarjeta Mastercard o Visa serán aceptada en todos los comercios del mundo, es una garantía de interoperabilidad que las marcas buscan asegurar para el correcto funcionamiento de la red a través de la regla Honor all Cards – HaC.
HaC busca la no discriminación de las tarjetas de una marca,. Esta regla tiene dos dimensiones: 1. Honor All Products – HaP dimensión más amplia que significa que los comercios deben aceptar todos los productos (crédito, débito, prepago) y 2. Honor All Issuers – HaI dimensión más restrictiva, donde los comercios no deben discriminar entre los distintos emisores.
Al no existir la regla HaC se pueden generar problemas de aceptación del medio de pago, por ejemplo: a) En un viaje, es vital que la tarjeta sea recibida cuando hacemos el check-out del hotel o pagamos un restaurante b) Nuestros hijos que usan prepago para no cargar efectivo y no pueden usar en supermercados c) Pago de beneficios sociales o salarios con tarjetas de prepago que tienen limitación de aceptación en comercios generándose una incertidumbre y promesa no cumplida para los consumidores.
Existen detractores de la regla HaP por temas de libre competencia y económicos; al considerar que sería una venta atada, y algunos comercios argumentan que la comisión que pagan supera varias veces al costo de recibir pagos en efectivo. Respecto a la aplicación de HaI, existe un consenso que un comercio no podría discriminar la aceptación de un producto entre distintos emisores.
En Agosto 2022 el TDLC indicó que se debía eliminar la regla HaP, sin embargo la discusión sigue abierta trasladándose a la Corte Suprema quienes debieran pronunciarse; si se considera una venta atada que atenta contra la libre competencia, o bien mantener la norma para garantizar la aceptación de prepago, él no hacer nada afectará la competencia entre emisores no bancarios de prepago versus emisores de débito y crédito, siendo los consumidores los más perjudicados.
El informe de sistemas de pago del Banco Central, indica que en Chile se han emitido más de 6 millones de tarjetas de prepago, sin embargo, su utilización todavía es relativamente escasa. “Esto puede estar relacionado con que es un producto relativamente nuevo, y que aún presenta desafíos para su aceptación universal en comercios”. Prepago representa el 13% del total de tarjetas pero alcanza menos del 1% del total de transacciones.
Aún estamos ante un dilema sin resolver, los medios de pago son un bien esencial de interés público y la aceptación universal es un insumo vital para el correcto funcionamiento de la red, tal como lo es para el Metro de una ciudad su proveedor de energía eléctrica. Un dilema más del mercado de dos lados, donde para lograr mayor penetración de tarjetas no solo es necesario que los comercios acepten prepago, sino que también deben haber emisores interesados en emitirlas y tarjetahabientes interesados en usarlas con la certeza que los comercios no discriminaran.
La reducción del uso de efectivo es un deber, los medios de pago contribuyen a esto generando externalidades positivas, formalizan la economía, mayor recaudación fiscal y reducción del crimen. Un medio de pago entrega dignidad a las personas y equidad permitiendo gozar de los beneficios del comercio online, la no aceptación es regresiva obliga al portador a volver a los cajeros automáticos mermando el esfuerzo por incluir financieramente.
