La empresa nacional está dando el siguiente paso en la industria foodtech internacional, al crear productos que van más allá de lo saludable, que buscan impactar el bienestar de las personas, todo gracias a herramientas de Deep Learning.
La tecnología digital y el uso de datos están transformando todos los aspectos de la vida de las personas y en la alimentación no ha sido diferente. En este sentido, las foodtech son empresas que incorporan la vanguardia tecnológica en la industria alimentaria.
Y están revolucionado la industria al crear nuevas ofertas con novedosas propuestas de valor que atienden las nuevas tendencias en alimentación mundial. En ese contexto, la startup chilena EatNova, desarrolla productos denominados “hyperfoods”, los cuales son diseñados por medio de modelos avanzados de deep learning, utilizando ingredientes naturales funcionales con los cuales se formulan alimentos que propician la prevención y aportan en el tratamiento de enfermedades de alta incidencia en la sociedad moderna desde la perspectiva nutricional.
“En Eatnova atendemos el problema de las enfermedades no transmisibles (ENT) a través de la nutrición funcional, seleccionando con ayuda de nuestra inteligencia artificial, llamada MAIA, los ingredientes adecuados para el desarrollo de estos nuevos alimentos llamados hyperfoods”, señaló Pablo Fuentealba, chief technology officer de Eatnova.
Bienestar emocional
Este año se lanza al mercado el primer producto de EatNova, la cual es una barra snack llamada 0ES3 (cero es tres), enfocado en la salud mental. “Esta es la primera barra snack con probióticos psicobióticos, es 100% natural, vegana y promueve el bienestar mental y emocional. Cada ingrediente presente en la formulación ayuda a promover la salud mental, aliviando los síntomas físicos y psicológicos del estrés y los sentimientos de ansiedad”, agregó el CEO, Cristóbal Hurtado.
¿Cómo funciona MAIA?
EatNova desarrolló MAIA, que es una herramienta de inteligencia artificial, la cual ha sido especialmente diseñada para recopilar, analizar y correlacionar un gran volumen de información científica. “Esta información está relacionada a enfermedades, principios activos, ingredientes naturales, información organoléptica (sabores, aromas, texturas) entre muchas otras características, generando recomendaciones para el desarrollo de alimentos sabrosos en condiciones que favorecen la estabilidad de los compuestos activos en la formulación. Este avance se traduce en mejoras en la eficiencia y competitividad en el proceso de desarrollo de productos alimenticios de alto valor agregado, acelerando el proceso de desarrollo para así poder ingresar al mercado en una fracción de tiempo.”, explicó Bethzabeth Tapia, COO de la compañía.
Fuente: T13