Biobrush, la startup chilena se ha convertido en una plataforma de desarrollo de productos de higiene, a través de la innovación, tecnología y economía circular.
Pioneros en Chile con su cepillo de bambú; nace el año 2016 junto al apoyo de Corfo y bajo los estándares de la American Dental Association y con un compuesto tecnológico único de adición de nanopartículas de cobre en el mango. Hoy ya cuentan con distintas líneas de producto e innovaciones con compuestos únicos.
En un mundo en constante cambio, la startup chilena de salud e higiene Biobrush no se queda atrás. Y es por eso que a su inicial desarrollo de cepillos de dientes de bambú suma ahora nuevos productos como seda dental, cotonitos o desmaquilladores, todos bajo su filosofía de cuidado del medio ambiente.
Biobrush nació el 2016 como una respuesta al aumento sostenido de la contaminación ambiental en el planeta. Ideas como: “Un cepillo de dientes puede tardar mil años en degradarse”, “el primer cepillo de dientes que utilizamos tú y yo sigue dando vueltas en el planeta” y “un odontólogo puede recetar hasta 400 cepillos plásticos en el mes” fueron algunas de las frases que motivaron a crear esta empresa según cuenta su cofundador y CEO, Iñaki de Urruticoechea.
Foco social
Biobrush, cree en el trabajo con sentido por eso junto con apuntar a un planeta libre de plásticos tienen un área social. Es por eso que uno de cada cuatro cepillos vendidos en su página web es donado a fundaciones como Fundación Abrázame, Hogar de Cristo, actividades con niños en África y Odontoruteros, entre otras.
Cuentan con productos innovadores, compostables, biodegradables y reciclables elaborados con estrictas normativas internacionales de calidad, para mantenerla y poder competir a nivel internacional. Entre sus certificaciones destacan Bureau Veritas, SGS, Peta & Vegan, de libre testeo animal y FSC que confirma que el bambú utilizado proviene de bosques sustentables. Están en proceso también de la obtención del Sistema B.
Fuente: T13