Dicen que de las crisis surgen las grandes ideas. También que los seres humanos tenemos una gran capacidad de adaptación. Una muestra práctica de ello se vio con la pandemia. Tuvimos que adaptar y cambiar hábitos y costumbres por nuevas formas. Aprendimos a manejarnos puertas adentro, desde nuestras casas. Y si bien ahora la realidad nos permite volver a “salir al mundo”, descubrimos que algunos aspectos de la modalidad online nos resultan más prácticos y cómodos e incluso más productivos incorporándolos como parte de nuestros hábitos. El comercio electrónico es un claro ejemplo de estas prácticas.
En 2020 fue el auge del e-commerce y en 2021 continuó creciendo. Según datos de la CACE en el primer semestre de 2021 creció un 101% en su facturación en relación al año anterior. Lo que representa una muestra de la aceptación y conformidad de los consumidores en las compras digitales. Y al parecer, la apuesta se redobla. Hay un próximo escalón evolutivo: el Livestream Shopping. Un fenómeno que ya es furor en China, liderado por Taobao (Alibaba), y que genera 137 mil millones de dólares al año.
Consiste en transmisiones en vivo a través de internet para promocionar o vender productos y servicios. Es la unión de los dos mundos: las compras online y las transmisiones por streaming. Sería una versión en internet y redes sociales de los formatos de programas televisivos como el “TV Compras”.
“Es la evolución del e-commerce, la combinación de entretenimiento, experiencia y compras en un mismo sitio”, afirma Diego del Río, especialista en marketing y comercial de shopping centers y Retail, quién además desarrolló junto a Nacho Gauna, titular de la agencia de Marketing Gauna, Streambuy, la plataforma de Livestream Shopping, recientemente lanzada. A su vez, ésta startup realizó una alianza estratégica con avenida+ -la empresa especializada en marketplaces y líder en tiendas bancarias-, para que sus clientes puedan acceder a este servicio innovador.
Según Salvador Calogero, Country Manager de avenida+: “Algunas de las ventajas de este nuevo modelo de compras digitales es que le permite al vendedor interactuar de forma directa con el comprador, lo que genera un gran engagement. El ‘host’ de la transmisión, que puede ser un vendedor de la tienda, un conductor o un influencer, responde las preguntas del público en vivo, le muestra y prueba los productos y tiene promociones limitadas. Además, se puede comprar mientras está ocurriendo la transmisión, sin salir de la red social, así como comentar, consultar y dar likes. Es una experiencia muy similar a la de la compra presencial pero desde la comodidad de la casa”, comenta entusiasmado.
Por otro lado, este nuevo canal de ventas no requiere de un gran despliegue técnico ni de grandes gastos para los vendedores. Lo puede llevar a cabo un emprendedor, desde su casa o también se puede hacer con un mayor grado de producción, desde un estudio televisivo. Asimismo, al estar interactuando con una persona real, se genera una relación mayor de confianza y empatía.
Por último, el Livestream Shopping abre posibilidades de nuevas fuentes de trabajo. Como mencionamos anteriormente, no necesariamente requiere de una figura pública, aunque es probable que los influencers o personajes populares también aprovechen esta tendencia, por lo que todo indica que será una fuente importante de ingresos para ellos.
Las grandes marcas ya están poniendo el ojo en este fenómeno. En la región, ya tienen sus canales de Livestream Shopping: Amazon a través de Amazon Live, Tik Tok, Walmart, desde la misma página de las empresas. No quieren quedar fuera de lo que está generando a nivel ventas en el Oriente Asiático. Por ejemplo, durante el “Día de los Solteros”, dos influencers transmitieron 12 horas en las redes sociales y recaudaron 3 mil millones de dólares en ventas.
La ola de esta nueva tendencia ya empezó a formarse en otras latitudes, y seguramente veremos cada vez más empresas subiéndose a ella también en Latinoamérica. Será cuestión de no dejarla pasar.