Por Managing Partner de Mountain Partners Chile VC: Santiago Canniggia Bengolea
«Si bien en América Latina hay un flujo importante de actores comprometidos por realizar cambios, aún nos queda mucho camino por recorrer y, para avanzar, se requieren esfuerzos público-privados conjuntos».
Ya no hay vuelta atrás. Las consecuencias del cambio climático son irreversibles y por ello, es relevante que desde todos los sectores apostemos por un futuro sostenible, que sea responsable con el medioambiente y también con sus comunidades.
La evidencia es alarmante y nos invita a actuar. Actualmente se emiten 51 gigatoneladas de CO2 cada año a nivel global. Si seguimos así nuestro Climate Budget —cantidad de CO2 que podemos emitir sin llevar al mundo a un calentamiento mayor a 1,5º— expirará en tan solo ocho años. Es por esto que tenemos que lograr reducir las emisiones y esforzarnos por remover de la atmósfera las que ya existen.
El cambio climático puede parecer un problema muy grande. Sin embargo, sabemos que las principales fuentes de emisiones vienen de sectores específicos como la manufactura (31%), agricultura (19%), movilidad (16%) y construcciones/materiales (7%). Esos son, entonces, los principales retos para alcanzar “net-zero” y a la vez los principales motivantes para quienes apostamos por un futuro sostenible. Es posible.
Afortunadamente a nivel internacional se están uniendo esfuerzos y alineando intereses como se vio en la COP26 donde se destacaron actores e ideas innovadoras para mitigar el impacto ambiental y transitar hacia un futuro net-zero y resiliente. Si bien en América Latina hay un flujo importante de actores comprometidos por realizar cambios, aún nos queda mucho camino por recorrer y, para avanzar, se requieren esfuerzos público-privados conjuntos.
Desde la vereda inversora, debemos apoyar la innovación y el emprendimiento de empresas climate tech, es decir, que ayuden a mitigar directa o indirectamente el cambio climático. Debemos creer en los emprendedores que están buscando transformaciones para acelerar su crecimiento e impacto positivo en el mundo del mañana. Hay que mirar con atención a aquellos que están apostando por innovaciones en cuanto al hidrógeno verde, energías renovables, movilidad sostenible y captura de carbono, entre otros. En nuestro caso ya nos convencimos de ello y nos aventuramos en crear el primer fondo de capital de riesgo verde por US$50 millones que invertirá exclusivamente en startups sustentables y climate-tech de todo el continente.