Fuente: Finextra
El Reino Unido debe evitar un enfoque demasiado estandarizado de las finanzas abiertas si quiere romper el dominio de los bancos y empoderar a los consumidores, dice un informe de la Coalición por una Economía Digital (Coadec).
A pesar de la desconfianza generalizada en los prestamistas de la calle, Open Banking no ha logrado despegar, con poco más de dos millones de clientes registrados hasta la fecha.
El informe, encargado por el especialista en datos bancarios Plaid, afirma que esto se debe en parte a normas técnicas excesivamente prescriptivas y medidas de seguridad anticompetitivas.
Pide un enfoque de Open Finance más al estilo australiano, dirigido por el mercado, y advierte que con la UE comprometida con tener un marco de Open Finance en su lugar para 2024, el Reino Unido debe actuar rápidamente para defender su corona de fintech.
Específicamente, el informe pide al gobierno que otorgue a los británicos un nuevo derecho para compartir datos que les permita poseer y compartir datos financieros. Esto acabaría con los esfuerzos de los bancos por afianzar su dominio nivelando los cargos a las nuevas empresas de terceros por acceder a datos financieros, a través de las llamadas ‘API premium’.
Además, Coadec dice que el gobierno debe eliminar la regla de reautenticación de 90 días, que ha provocado que las startups se enfrenten a tasas masivas de deserción de clientes.
Mientras tanto, el informe predice que las ganancias rápidas para Open Finance estarán en los mercados de ahorros, crédito, hipotecas y pensiones, y dice que la FCA debe convertir a estos en los primeros sectores en abrir sus datos primero a los consumidores a través de API de código abierto.
Joel Gladwin, jefe de políticas de Coadec, dice: «Lo que Open Banking ha demostrado es que cuando el consumidor tiene el control de sus datos y con quién los comparte, esto puede generar confianza, impulsar el compromiso y potenciar la actividad.
«Pero los bancos pudieron enviar ejércitos de hábiles cabilderos y abogados del círculo mágico a Bruselas para construir barreras adicionales a las fintech y mantener sus roles de guardianes. Al otorgar a los consumidores un nuevo derecho para compartir datos y alentar a un mercado de especialistas en API a competir en la construcción la plomería para Open Finance, los bancos tendrán muy poco espacio para maniobrar esta vez.
«En última instancia, esto permitirá que los consumidores accedan a servicios financieros mejores y más personalizados que en la actualidad».