Fuente: bnamericas
La banca digital se está expandiendo en América Latina después de marcar una importante presencia durante 2013 en Brasil, sede del pionero regional, Nubank.
Desde entonces, han llegado a escena otros bancos digitales independientes, junto con los denominados neobancos —que operan bajo licencia de un actor existente. Esto sin mencionar las innumerables fintechs que van ganando terreno en diferentes puntos de la cadena de valor de la banca tradicional mientras buscan constantemente nuevas fuentes de ingresos y oportunidades de mercado.
Las entidades digitales se orientan especialmente a consumidores jóvenes con conocimiento tecnológico que no tienen reparos en cambiar de proveedor de servicios. Una característica central de estas instituciones son las bajas barreras de entrada y los reducidos niveles de fricción.
Si bien algunos bancos digitales son gratuitos para los clientes y, por lo tanto, sus ingresos por comisiones son reducidos, el banco matriz o propietario accede a datos generados y va perfilando un grupo de posibles clientes de préstamos. También constituyen un espacio para probar soluciones innovadoras.
En Sudamérica, Perú podría tener su primer neobanco a fines de este año.
Según informaciones de la prensa local, una empresa conocida como B89 tiene contemplado asociarse con una institución financiera, ya que la normativa vigente exige a los bancos tener presencia física.
Mientras tanto, en Colombia, el regulador Superfinanciera aprobó la creación de Lulo Bank, que podría iniciar sus operaciones antes de que termine junio.
Proyecto del grupo local Gilinski, Lulo Bank será el primer banco retador del país, según el periódico La República. Colombia es sede de los neobancos Nequi y DaviPlata, entre otras empresas digitales vinculadas a otros actores ya afianzados.
Gilinski Group opera el banco tradicional GNB Sudameris.
El banco retador argentino Brubank está explorando las condiciones en Chile. Brubank, una de varias empresas de banca digital en Argentina, ha mantenido conversaciones con el regulador de servicios financieros CMF.
El mercado chileno de tarjetas de prepago también está creciendo. Entre los recién llegados se encuentra la unidad local del grupo de servicios financieros peruano Credicorp. La rama fintech de Credicorp, Krealo, lanzará su Mastercard de prepago en Chile. Estas empresas de tarjetas de prepago, una vez armadas de una gran base de clientes, podrían cobrar más fuerza y entrar a la competencia como bancos retadores, especialmente si están vinculadas a un actor importante de servicios financieros a nivel regional que les aporte el capital necesario.
Otra opción para un banco digital es lanzarse como neobanco y luego solicitar una licencia bancaria total.
De hecho, en Chile están surgiendo fintechs en todo el espectro de la banca digital, pero el país todavía no tiene un banco retador o un neobanco centrado en el segmento minorista.
La mayoría de los analistas concuerdan en que la banca digital seguirá expandiéndose en América Latina, a medida que los participantes busquen aprovechar —de manera eficiente y rentable— a los sectores sub-bancarizados y no bancarizados de la región. Otro factor es la preocupación por la posible llegada al espacio de la banca digital de grandes grupos tecnológicos como Google o Facebook.