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Bancarizar de forma divertida parece un chiste. Pero para Rodrigo Maripangue, fundador del emprendimiento Clapker es una labor muy seria.
En la redacción de ebankingnews estuvimos conversando con Rodrigo Maripangue quien nos explicó de qué se trata su emprendimiento, cómo es posible unir al mundo financiero con el mundo cultural para innovar en cuanto a la manera en que se hace música y permitir que los músicos sean bien remunerados dependiendo de sus shows.
¿Cómo nace Clapker y de qué se trata?
Rodrigo Maripangue: Esta plataforma nace como idea en 2014. Fue un proceso bien largo entre dejarla y seguir. La lanzamos hace menos de un año. Está disponible para descarga en Google Play y app store. Es una aplicación móvil en la que los asistentes de un show en vivo pueden recompensar monetariamente a un artista por calidad de su show y la experiencia que tuvieron en el mismo. Esto se da en un contexto de la calle con músicos callejeros. También funciona con shows en vivo en restaurantes, bares, locales o escenarios más grandes.
El grado de valor que le damos a la aplicación es que la gente decide cuál es el precio que quiere pagar. Ese pago se hace después del show con la utilización de medios electrónicos. Actualmente, trabajamos con tarjetas de crédito. Estamos integrados con Transbank. Las personas ingresan en la aplicación, ingresan su medio de pago y hacen su transacción. Los pagos van entre 500 pesos y 15 mil pesos. Una vez que se efectúa el pago, éste se aloja en central y nosotros luego le hacemos una transferencia bancaria a los artistas.
¿Cómo es la aplicación como negocio?
Nosotros cobramos un 10% de cada transacción. Es decir, si la persona va a dar mil pesos nosotros cobramos 10%, que son 100 pesos. El resto se le deposita al músico.
Por ahora solo aceptamos pagos con tarjetas de crédito. Esperamos integrar otros medios de pago en el futuro, como pagos con código QR o con tarjetas digitales. Sabemos que existen muchos usuarios que no cuentan con una tarjeta de crédito. A ellos también queremos llegar. Con respecto a los músicos, ellos solo necesitan tener una cuenta vista en cualquier banco.
¿Cómo reclutas los músicos?
Acá hubo un trabajo previo, fuimos a presentarle a los músicos de bares o callejeros el proyecto y les contamos de qué se trataba. En este momento funcionamos del boca a boca. Hay un proceso muy de calle. No hemos realizado ninguna campaña de marketing digital. Hemos creado shows en vivo que se llaman ciclos clapker. Se trata de shows a puertas abiertas, donde las personas solo entran con la aplicación descargada. Al entrar gratis, el local gana por el lado del consumo; el músico se gana el dinero haciendo un buen show en vivo, y el público con base a la calidad del show y experiencia paga.
El problema era que los músicos tenían que cobrar entrada para tener un retorno del show. El local cobraba a los músicos por tocar en el establecimiento, y había muy poco público porque las personas no quieren pagar por algo que no conoce. Generamos la instancia para que ese conocimiento y esa cercanía se genere en vivo y frente a frente.
¿Cómo se les ocurrió la idea?
Yo soy músico amateur, no profesional. Durante mucho tiempo toqué en bares y me di cuenta cuál era la realidad. Uno gastaba más de lo que ganaba. Eso es injusto. Un músico dedica mucho tiempo y gasta muchos recursos en tener todos los activos que necesita para hacer música. Teníamos que crear algo que los ayudara a obtener una ganancia mayor, y de cierta forma, un modelo de negocio nuevo para que ellos puedan obtener una mejor retribución monetaria.
¿Trabajaba cómo músico?
Soy abogado de profesión. Trabajé mucho tiempo en bancos viendo medios de pagos. Así que fui identificando, que las necesidades de los músicos callejeros como los músicos que tocan en un bar, eran básicamente las mismas. Por eso nació este proyecto. Ha sido un proceso lento. Nos ha costado encontrar la fuerza necesaria para poder acercar el mundo financiero con el mundo cultural. Pero si hay una oportunidad de cada lado. El mundo financiero necesita nutrirse del ecosistema cultural. Las personas consideran la música como un bien de consumo que ahora podría decirse que es básico. Nosotros queremos acercar ese consumo ayudados de los medios de pago electrónicos. Crear un ecosistema nuevo y lograr cambiar el modelo de cómo se hace música en Chile.
¿Cuáles son las metas para el 2019?
Tuvimos un año 2018 de muchas variaciones, de muchas pruebas, de observar. En el 2019, queremos posicionarnos como la plataforma de los músicos de la calle, queremos posicionar los ciclos clapker y darle la oportunidad a los músicos. Abrirles nuevos escenarios. En general, empezar a generar esta gran sinergia cultural en donde hay un modelo colaborativo. Queremos que el público sienta que es parte de crecimiento de los artistas. Que los artistas puedan generar un momento de calidad a las personas. Queremos establecer un win win cultural. Queremos crear nuevas alianzas que nos permitan potenciar más este tipo de iniciativas.
¿Qué puede motivar al público a bajar la aplicación?
Estamos trabajando los beneficios, que pueden ser otorgados directamente por los artistas. Ya sea que regalen un disco o beneficios otorgados por el establecimiento comercial donde se presente el show. La aplicación funciona como una red social, tanto los artistas como el público se tienen que registrar (en sitio), donde pueden dar a conocer sus trabajos. Dar a conocer sus redes sociales. Queremos hacer una nueva forma de vivir el arte y que todo el contenido en vivo quede documentado en una sola plataforma.
El usuario descarga la aplicación. Puede elegir entre perfil de artista o perfil de fan. El artista tiene que hacer su perfil y para que el artista sea visible tiene que crear un evento ese evento queda geolocalizado.
¿Cuáles fueron las herramientas tecnológicas que usan para hacer la aplicación?
Los activos principales de la plataforma son la geolocalización, medios de pagos electrónicos y cuentas bancarias. Todo lo que tiene que ver con una red social. Quisimos hacer algo que no fuera solo una herramienta para transar dinero, sino que quisimos hacer algo mucho más lúdico. Buscamos una nueva forma de bancarizar a la gente de una forma divertida.