Fuente: El tiempo
De la mano de esos desarrollos, advierten los expertos, vienen nuevos riesgos de seguridad.
las contraseñas son una plaga del siglo XXI. Con la cantidad de dispositivos que usamos y de servicios que nos hemos acostumbrado a obtener en líneas (mensajes, música, películas, compras…) se han multiplicado el número de combinaciones alfanuméricas que nos vemos obligados a recordar. La solución de muchos –usar algo pasmosamente simple como 123456– no hace sino aumentar los riesgos de una tecnología ya de por sí rumbo a la obsolescencia.
Si bien el fin de la contraseña ha sido narrado prematuramente en varias ocasiones, es posible que estemos presenciando el surgimiento de la era en que por fin podremos enviarlas al pasado. Gracias a sistemas biométricos ampliamente usados en el presente (las huellas, el iris, el rostro o la voz), es posible vislumbrar modelos que combinen dos o más métodos y hagan sencillo y confiable usarlas como medios de autenticación para mucho más que desbloquear el celular.
Pero al tiempo veremos crecer el riesgo de que ciberdelincuentes vulneren uno de estos sistemas, lo que los expertos dicen acelerará la adopción de metódos de autenticación múltiple.
Su cara es su pasabordo
Aeropuertos más ágiles y más seguros: La biometría hace parte del, a veces, tortuoso proceso de viajar por aire. Incluso en El Dorado se ha aplicado con éxito. El siguiente paso es extender su uso a todo el proceso. Eso es lo que está haciendo Delta, que usó la plataforma de la firma japonesa NEC para que sus usuarios en el aeropuerto de Atlanta no tengan que mostrar pasaporte o pasabordo a la hora de subir al avión. Se ganan dos segundos por pasajero, algo que no parece mucho, pero que según la aerolínea llega a sumar nueve minutos de ahorro por cada vuelo.
Una llave imposible de perder
Un auto que se desbloquea como un iPhone: Abrir la puerta de su auto o incluso encenderlo usando la huella dactilar ya no es solo un concepto. La fabricante surcoreana Hyundai lanzó esta función en el modelo 2019 de su SUV Santa Fe. Basta tocar un sensor instalado en la puerta para que esta se abra, si es que reconoce al conductor. Más impactante es darse cuenta de que el mismo sistema permite arrancar el carro con solo ubicar el dedo sobre el encendido. La firma dice que la posibilidad de que otra persona abra su carro es de una en 50.000.
Seguridad olímpica
Reconocimiento facial de 300.000 personas: Los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio 2020 usarán reconocimiento facial para validar la identidad de 300.000 personas, entre personal de apoyo, seguridad, medios y socorristas. A diferencia de otras sedes, Tokio no contará con una villa olímpica, sino con más de 40 escenarios esparcidos por la ciudad. La firma NEC diseñó un sistema para evitar que tengan que escanear un carnet o introducir un código cada vez que entren o salgan. La firma dice que esto resulta dos veces y media más rápido que usar guardias humanos.
En sus oídos
Apple quiere que sus Airpods sepan en qué oído están: Por ahora, apenas es una patente, pero en ella se refleja la meta de Apple: que sus audífonos inalámbricos, los Airpods, sean intercambiables y reconozcan en qué oído están gracias a “por lo menos” un sensor biométrico que proceda a ajustar el audio. Esto quiere decir que no habría forma incorrecta de usarlos, pues ambos auriculares serían idénticos, simétricos en su diseño, y para el sistema solo se definirían como ‘derecho’ o ‘izquierdo’ una vez el usuario se los ponga. No espere, sin embargo, verlos antes del 2020.