La transformación digital ya es parte de nuestra realidad, por lo que la tecnología y su seguridad cobran una importancia vital en todo lo que hacemos.
Los límites tecnológicos de nuestros trabajos y hogares son cada vez menores. La multiplicidad de dispositivos conectados puede ser una ventaja tremenda, o un dolor de cabeza de igual tamaño si es que no se cuenta con la protección adecuada.
Así se dio inicio al Cisco Digital Nights, jornada organizada por Cisco y el Smart Center de la Universidad Adolfo Ibáñez, donde expertos expusieron sobre la urgencia de ser usuarios más conscientes y de las medidas que el Gobierno debe tomar para facilitar la implementación de todas las ventajas que el IoT ofrece.
“La tecnología cobra una relevancia vital en todo lo que hacemos, partiendo desde las personas hasta las organizaciones, por lo que se debe entender que las soluciones por sí solas no ayudan, debemos trabajar en conjunto con las áreas de negocios para ver su impacto en los nuevos procesos y modelos. Además, de se deben complementar con capital humano, el cual en estos momentos es un recurso escaso”, afirmó Víctor Toscanini, Gerente de Tecnología de Cisco Chile, al comenzar el evento.
Insuficiencia y déficit en ciberseguridad
En la actualidad, existe una gran escasez de talento en lo que a ciberseguridad se refiere y este no es solo un mal local o regional, sino que se observa a nivel mundial. Prueba de esto son las amenazas y vulnerabilidades reportadas en los últimos meses en distintas entidades financieras.
Así lo explicó Walter Montenegro, Gerente de Ciberseguridad de Cisco en Chile, quien explicó que las amenazas también van generando tendencias, “el desafío está en que hay muchos profesionales que hoy en día se hacen llamar ‘expertos’, y las compañías y organizaciones depositan su confianza en ellos”. Esta experiencia no se gana en un año, sino que las situaciones y problemas son los que van haciendo mejorar, con lo que Montenegro propuso formar equipos de trabajo donde aquellos con más rodaje puedan compartir conocimiento con quienes están aprendiendo.
En lo que respecta a Chile, según los datos entregados por Ricardo Seguel, Director del UAI Smart Center y Director Académico del Magíster en Ciberseguridad de la Universidad Adolfo Ibáñez, la oferta en educación superior del mercado local “ha estado alejada de los requerimientos” de este. Esto hace que sea difícil encontrar formación especializada de pregrado y postgrado, por lo que los profesionales son los que deben capacitarse en la materia con diferentes certificaciones.
En esa línea, Ximena Cisternas, CISO Corporativo del Grupo Falabella, también concuerda en la falta de recursos en esta materia. “Es una realidad la falta de recursos de ciberseguridad en el mercado local chileno. Por ende, es fundamental que el ecosistema de ciberseguridad sea conformado por la integración colaborativa del mundo privado- público y académica. Este último es fundamental en la formación de profesionales en el área, y en el awareness a la comunidad, porque todos los ciudadanos operamos en el ciberespacio y estamos expuestos a los ciberriesgos que este tiene”, señaló la profesional.
El rol del Gobierno es clave
Durante el conversatorio se dejó en claro que a pesar de que el Gobierno puede ayudar mucho, existe una responsabilidad a nivel usuario, sobre todo de aquellos quienes tienen conocimiento en el tema.
Para los expertos del panel aún falta mucho para que Chile esté realmente protegido, pero lo primero y más urgente para el panel de conversación son leyes que regulen.
“Necesitamos una legislación actualizada en múltiples planos: ante delitos informáticos para adecuarse al convenio de Budapest contra el cibercrimen, en materia de protección de datos personales e infraestructuras críticas, y también una ley marco que establezca la institucionalidad de ciberseguridad en el país”, dijo Excequiel Matamala, Director el Centro de Ciberseguridad de la ACTI.
Finalmente, el evento cerró llamando a los participantes a empoderarse dentro de sus empresas a la hora de solicitar recursos para ciberseguridad. Especialmente porque la transformación digital requiere proteger los activos de las organizaciones, los que, muchas veces, corresponden a data sensible de sus clientes y proveedores.
