Fuente: Forbes.com.mx
Estas tecnologías cambiarán por completo el futuro, por lo mismo es vital reinventar nuestros sistemas económicos y políticos para aprovechar al máximo el valor generado por las mismas.
En el marco del Foro Económico Mundial de Davos en 2017, Sergey Brin, cofundador de Google y uno de los grandes íconos de la tecnología afirmó que la Inteligencia Artificial (IA) es parte vital de todos los proyectos principales en su empresa. A su vez, Stephen Hawking comentó que cada aspecto de nuestra vida será transformado por la IA.
La ciencia ficción y Hollywood han logrado que algunos pensemos que la IA son robots humanoides que conquistarán el mundo, pero la realidad es otra. Entonces, ¿qué es la Inteligencia Artificial? ¿Cuál es la diferencia entre inteligencia artificial y machine learning? ¿Por qué ahora toma tanta relevancia? ¿Cuál es el impacto real que puede tener en nuestras vidas?
Definir qué es la IA puede resultar confuso, ya que no es solo un término si no que es un conjunto de diversas tecnologías y métodos que buscan entrenar máquinas con el objetivo de emular tareas humanas.
Dentro de la IA existen diversos subconjuntos de estudios relevantes como computación cognitiva, visión por computadora, procesamiento natural de lenguaje y, machine learning, entre otras.
Es este último, el que causa mayor confusión ya que en algunas ocasiones se utilizan los términos indiscriminadamente. Machine learning busca patrones en los datos, esto le permite generar conclusiones sin estar explícitamente programado para llegar a ellas. A partir de estas conclusiones y la retroalimentación obtenida se puede utilizar el conocimiento generado en un nuevo conjunto de datos, creando un círculo de aprendizaje que mejora al algoritmo y su precisión.
En términos generales la IA es la ciencia de máquinas emulando tareas humanas mientras que machine learning es un método sobre cómo las máquinas aprenden de los datos.
Ojo ¡La IA no es algo nuevo! El concepto ha venido evolucionando desde hace más de 70 años, inspirándose en la emocionante posibilidad de emular las funciones cognitivas humanas, sobre todo el aprendizaje y el razonamiento.
A partir de la teoría computacional de Alan Turing, en 1956, se acuña el término Inteligencia Artificial por John McCarthy en la conferencia de Dartmouth dando paso formal a su área de estudio. Durante las décadas de los 50s a los 80s las expectativas eran altas, pero los resultados no fueron los esperados y la falta de aplicaciones tangibles hicieron que se perdieran el interés y la inversión en el área.
El boom actual de la Inteligencia Artificial se debe a los avances y aplicaciones logrados a través de las técnicas en los modelos de deep learning, acompañado del fuerte desarrollo en Big Data, así como los grandes avances en el poder de procesamiento de las computadoras, lo que ha creado una nueva era para la Inteligencia Artificial con aplicaciones tangibles y que marcan el potencial a futuro.
En la actualidad las aplicaciones de la IA causan asombro abarcando desde vehículos autónomos, sistemas capaces de superar en la detección de cáncer de piel (melanoma) a los estudios realizados por médicos expertos, asistentes como Siri o Alexa, entre muchos otros.
Referente a machine learning actualmente la mayoría de las aplicaciones y servicios que usas en línea ya lo utilizan como Amazon, Google, Netflix, Spotify, Tinder, Siri, Cabify, Instagram, Facebook, Linkedin, Waze, entre otros. En términos de negocios especialmente la capacidad de utilizar esta tecnología para poder predecir a mucho menor costo, de forma mucho más rápida y con una mucho mejor exactitud en casi cualquier área, desde predecir la demanda hasta a quien deberás contratar, permitirá a las organizaciones que lo aprovechen ser mucho más eficientes y productivas, y por ende generar claras ventajas competitivas.
Existe un fuerte debate sobre los beneficios y riesgos de la IA a largo plazo, pero si tomamos en cuenta que la IA puede ayudarnos, casi en cualquier campo, a aprovechar y comprender exponencialmente mejor la información, así como a automatizar un sin número de tareas resultando en un mejor uso de los recursos, mejores decisiones y una mayor generación de valor, es más adecuado entenderla como una herramienta que mejorará y aumentará nuestras capacidades más que reemplazarlas y con la capacidad de mejorar nuestras vidas.
Sin duda esta y otras tecnologías cambiarán por completo el futuro, por lo mismo es vital reinventar nuestros caducos sistemas económicos y políticos para aprovechar al máximo el valor generado por las mismas, permitir una mejor distribución de la riqueza y ofrecer oportunidades equitativas para asegurar el bienestar social universal.