Por Marcelo Fondacaro, VP Global Sales Director de VeriTran
La adopción de nuevas tecnologías en los últimos años ha revolucionado al sector financiero, desde el blockchain, pasando por la biometría y la proliferación de dispositivos móviles que hace cada vez más personalizada la experiencia para los usuarios. Hoy, la Inteligencia Artificial (IA) aparece como una herramienta disruptiva que está transformando la manera en que los bancos se relacionan con sus clientes y ofrecen sus servicios.
La IA emerge como una nueva alternativa a la hora de mejorar la entrega de sus productos y la seguridad relacionada, optimizar procesos y reducir costos. De hecho, hay múltiples servicios para el sector financiero que ya se están gestionando a través de la IA. Por ejemplo, existen soluciones de voice banking, que a través del lenguaje natural permiten realizar transacciones y distintas operaciones, como transferencias, pagos o incluso consultar el saldo de la cuenta bancaria, dando instrucciones sólo con la voz al smartphone, smartwatch o dispositivo de su preferencia. Además de la comodidad que ofrecen este tipo de soluciones, también otorgan a los bancos la posibilidad de poder brindar un servicio más inclusivo, en particular para aquellas personas con algún tipo de discapacidad física o visual. Ya no es necesario tener que escribir o ver para poder “ir” al banco.
Aunque es difícil estimar sus alcances, según un informe de PwC, la aplicación de la robotización y de la inteligencia artificial en el sector financiero evolucionará de una forma parecida a lo que fue la llegada de los cajeros automáticos. Poco a poco, se irá integrando hasta formar parte de nuestra cotidianeidad y de todas las actividades de las entidades financieras. Éste es un gran momento para impulsar la transformación digital de la banca, y es necesario acompañar a los clientes en esta transición con un buen respaldo tecnológico y realizar los cambios de forma dinámica de acuerdo con el mercado actual.
No obstante, más allá de las implementaciones que se puedan hacer, si no somos capaces de conocer las preferencias y necesidades de los distintos usuarios, la tecnología no basta. Lo primero que debemos descubrir es cómo las personas prefieren contactarse o relacionarse con los bancos y cuáles son sus reales necesidades, para poder ofrecer servicios acordes con sus requerimientos. El segundo paso es entender de qué manera la incorporación de soluciones innovadoras de IA pueden contribuir a satisfacer estas demandas. Con esos dos puntos clave como pilares del sector, la Inteligencia Artificial ya no será considerada como un plus que podrían tener los bancos, sino como una necesidad e imperativo de negocios que nos acercará cada vez más a la transformación digital de la industria.