Fuente: www.bbva.com
Rentar o comprar una casa es una de las primeras decisiones inmobiliarias a las que se enfrentan las personas al decidir comenzar su vida independiente. De acuerdo con la consultora Lamudi, en su Informe del Mercado Inmobiliario, en México las personas buscan consolidar un patrimonio, pero dentro del segmento “millennial” es mejor visto el rentar, ya que favorece un estilo de vida dinámico. Esto ha llevado no sólo a rentar solos, sino también de forma compartida, ya sea con amigos o en nuevas formas como el ‘co-living’.
El ‘co-living’ nació en Silicon Valley como una evolución de los ‘roomates’. Los principios son orientados a vivir en comunidad con espacios reducidos de privacidad, maximizando las áreas comunes al interior de los departamentos o casas. Regularmente cuentan con salas de convivencia que fomentan la colaboración, y la interacción entre los habitantes. Éste es un concepto en el que los inquilinos no comparten los gastos, el periodo de renta es por mínimo seis meses y el precio depende de las necesidades que se requieran, como limpieza, internet, cajón de estacionamiento, etcétera.
Para la Royal Society for the encouragement of Arts, Manufactures and Commerce (RSA), el ‘co-living’ está dirigido a estudiantes, profesionistas o extranjeros que quieren independizarse y vivir cerca de su trabajo o en zonas céntricas, pero que no pueden pagar altas rentas.
Este modelo está pensado para personas que esperan quedarse por un periodo largo, por lo que no puede ser considerado como un hostal o un hotel. Por el contrario, este tipo de periodos obligatorios de estadía lo pueden hacer más seguros, ya que se van generando lazos de confianza entre los usuarios.
El ‘co-living’ es ampliamente practicado en grandes ciudades como San Francisco y Nueva York, en los Estados Unidos, así como en Ámsterdam, Berlín, Madrid y París, y recientemente la Ciudad de México se ha sumado a esta tendencia.
Estos espacios son la evolución en vivienda, pensado bajo el modelo de ‘co-working’, donde existen lugares comunes que fomentan el intercambio de ideas, la convivencia, y la interacción con los diferentes habitantes. Además, otra de las ventajas es que al estar amueblados se descartan costos de mudanza o de compra de enseres domésticos. Otro de los beneficios es que el usuario decide los meses que habitará el espacio y hace los pagos correspondientes, reduciendo así los trámites de contar con un aval o persona que respalde.
Uno de los productos que ofrece la banca para optar por esta forma de rentar, son los préstamos personales, los cuales pueden ser una ayuda ya que de acuerdo a la capacidad de pago, el Banco deposita la cantidad requerida y se pagan en quincenas o mensualidades, dependiendo de las necesidades de los clientes. Esto ayudará a que quien opta por esta nueva forma de rentar no pierda la oportunidad de vivir en el espacio que busca.