Fuente: www.colombiafintech.co
David Vélez es colombiano y fundó en Brasil el banco digital Nubank. Su empresa se convirtió en marzo en unicornio -nombre que se le da a las start-ups valuadas en más de 1000 millones de dólares- y fue considerada por la revista Fast Company como una de las diez compañías de América Latina más innovadoras de 2018.
En una entrevista con LinkedIn, Vélez habló de cómo serán los bancos del futuro, de la importancia de mantener una cultura unificada y del desafío de ser emprendedor en la región.
¿Cómo llega un colombiano a fundar una start-up financiera en Brasil, que acaba de convertirse en el tercer unicornio del país?
En 2007 estaba trabajando en Estados Unidos para fondos de inversión, que decidieron abrir una oficina en Brasil, y yo era lo más cercano que tenían a un brasileño. Como siempre he sido muy emprendedor dije que sí y viví en el país entre 2007 y 2010, siempre con la idea de emprender, pero no tenía nada claro y volví a Estados Unidos. Durante mi MBA comencé a trabajar con un fondo de tecnología global llamado Sequoia Capital, y ellos también pensaron en abrir oficinas en Brasil para invertir en empresas de tecnología. Después de dos años llegaron a la conclusión de que no había suficiente volumen para justificar las operaciones locales. En ese momento me cansé de tener el sombrero de inversionista y tenía ganas de estar del otro lado de la mesa, hacer las cosas funcionar, crear, construir. Veía muchísimas oportunidades en Brasil, entonces decidí quedarme y empezar Nubank.
¿Cómo surge la idea de crear un banco digital?
Vengo de una familia de emprendedores y el mantra siempre fue “hay que emprender, no se puede tener jefes, hay que hacer el propio camino”. Eso siempre estuvo dentro de mi cabeza. Después sucedió que en Brasil pasé por la experiencia de querer abrir una cuenta de banco, que fue una completa pesadilla. Fui a la agencia, quedé atrapado entre las puertas, comenzaron a sonar alarmas, llegaron guardias armados, tuve que salir, dejar mis cosas, volver a entrar, hacer una fila de 20 minutos… No podía creer lo horrible que era la experiencia bancaria en este país. Toda la burocracia y frustración me quedaron en la cabeza. Luego, a la hora de emprender, uno siempre busca mercados grandes y, en Brasil, cinco de las diez empresas más grandes y más rentables son bancos, que vienen creciendo un 20% al año. Entonces, vinculando mi experiencia con empresas con los márgenes más grandes dije, acá hay una oportunidad interesante. Además, Brasil es un país muy conectado, es top 3 o 4 del mundo en YouTube, Google, y eso creaba una oportunidad para crear un banco digital. Así nació Nubank.
¿Qué significa el nombre y por qué eligieron el violeta como color institucional?
Nu, en portugués, quiere decir desnudo, sin ropa, y eso representa valores como la simplicidad y transparencia. Nosotros somos los enemigos de las grandes dificultades, veíamos que uno de los propósitos de Nubank era ofrecer productos simples, transparentes, para que las personas tengan control sobre su dinero. También nos gustó la parte new que tiene el sonido de la palabra, algo nuevo, somos una empresa joven, el promedio de edad es de 27 años, nos gusta esa idea de ver el mundo lleno de preguntas y no de respuestas. Con respecto al color, queríamos uno que fuera lo más anti-banco posible y el violeta lo era, además es moderno. Cuando mostramos la primera tarjeta violeta vimos que las reacciones eran muy fuertes, de amor u odio, pero nadie era indiferente. Eso era un buen signo, porque queremos llegar a un mercado que ha estado dormido por décadas y tratar de reinventarlo.
¿Qué crees que piensan los bancos tradicionales de Nubank?
Creo que han ido por etapas y hay diferentes bancos que están en diferentes fases. Una de nuestras frases principales es una de Gandhi, que dice: «First they ignore you, then they laugh at you, then they fight you, then you win«. Hay algunos que todavía nos ignoran, no saben que existimos, otros que se ríen y piensan que jamás vamos a poder competir contra todas las agencias y el capital que tienen, hay algunos que están en esa fase de pensar que somos ridículos, otros en el fighting, entonces crean clones de Nubank.
¿Cómo crees que van a ser los bancos en el futuro?
Creo que van a ser empresas de tecnología que van a proveer servicios financieros, un modelo más parecido a Amazon que a un banco tradicional, donde todos los productos serán 100% digitales. Tener una red de agencias como existe hoy tiene cada vez menos sentido, es un costo absurdo, y son los clientes los que pagan la cuenta de seguridad, agua y energía. Nosotros lo vemos como lo que le pasó a Blockbuster con Netflix, entonces creemos que un banco va a ser más parecido a Netflix, que a Blockbuster.
¿Cuántas nacionalidades trabajan en Nubank? ¿Cómo mantienen una cultura unificada?
Somos un equipo heterogéneo, con más de 25 nacionalidades, la diversidad es parte de nuestra cultura y vemos que es un factor fundamental para poder innovar, porque innovar para nosotros significa cuestionar creencias convencionales y la única forma de hacerlo es al traer personas con puntos de vista diferentes. Mantener la cultura siempre es uno de los principales desafíos, especialmente cuando uno crece tan rápido, pasamos de 10 personas a 1100 en cuatro años y creo que mantuvimos la cultura porque creamos valores muy fuertes desde el principio. Tenemos una población LGBT grande, que está entre el 30% y 35% de la plantilla, y tenemos casi la misma cantidad de hombres y mujeres. Trabajamos en un sistema de squads, de forma autónoma y multidisciplinaria, entonces en un mismo grupo hay alguien que estudió física nuclear trabajando junto a una persona que estudió psicología o ingeniería.
¿Tienen planes de llevar Nubank a otros países de América Latina?
En un horizonte de plazo largo vamos a querer ir a otros países, creemos que mucha de la tecnología que estamos construyendo es transferible, que esa oportunidad de que en el futuro los bancos serán más empresas de tecnología que bancos se puede replicar. La mitad de Brasil tiene 29 años, la mitad de México tiene 24 años, entonces tenemos grandes poblaciones de milenials que tienen una relación diferente con los bancos, hay grandes poblaciones de no bancarizados y la oportunidad que tenemos siendo una empresa de tecnología es ampliar la bancarización. Hasta ahora el foco ha sido Brasil, porque uno de los grandes riesgos que tenemos como empresa es hacer mucho y perder el foco. Empezamos con un producto que era una tarjeta de crédito, el año pasado lanzamos el programa de millas y la cuenta digital. Priorizamos otros productos en Brasil antes que nuevas geografías.
¿Cómo ves el clima emprendedor en América Latina?
Se está acelerando, pero es un proceso que no ha sido tan rápido como en otras geografías. Veo, especialmente en los últimos tres o cuatro años, que comienzan a aparecer más emprendedores, más fondos de capital, gente que sale de las universidades y ve el emprendimiento como una opción de carrera. Empresas como Mercado Libre, Despegar, Globant, Softtek comenzaron a fines de los años 90, ahora hay una segunda ronda, pero que no es comparable con los números de India o China. América Latina tiene 650 millones de habitantes y tiene entradas de tecnología proporcionales a estos países. Lo que faltan son ingenieros, ese es el mayor cuello de botella de la región y ese es el desafío: China está graduando cuatro millones de ingenieros de programación al año, India más de 100.000, Brasil más o menos 10.000. Para una empresa de tecnología, la sangre son los ingenieros de sistemas, sin ellos no puedes construir tecnología y esa es la parte que no veo cambiando lo suficientemente rápido.