ZURICH, Suiza.- Los gobernadores de los principales bancos centrales reunidos en Basilea, Suiza, alcanzaron un acuerdo sobre la reforma del sector financiero para mejorar su resistencia frente a futuras crisis, anunció este domingo el Banco de Pagos Internacionales (BPI).
«El grupo de gobernadores y dirigentes de las autoridades de supervisión (…) anunciaron un refuerzo considerable de las normas existentes sobre los fondos propios», precisó el BPI en un comunicado.
Este paquete de reformas, que también introducirá nuevas normas sobre la liquidez, será presentado durante la reunión de los dirigentes del G20 en noviembre en Seúl, precisó el BPI.
«Los acuerdos logrados hoy permiten reformar de forma esencial los estándares internacionales en materia de fondos propios», subrayó Jean Claude Trichet, presidente del Banco Central Europeo y del grupo de gobernadores y de dirigentes de las autoridades de supervisión.
Este texto, conocido como «Basilea III», contribuirá a la estabilidad financiera a largo plazo y al crecimiento, añadió Trichet, citado en el comunicado.
Las principales disposiciones se centran en aumentar los encajes bancarios (reservas mínimas de dinero en efectivo que deben mantener en caja).
El ratio mínimo del núcleo duro de fondos propios, uno de los más importantes indicadores para medir la solvencia financiera de los bancos, subirá del 2 por ciento actual al 4.5 por ciento de los activos.
A esto se añade un «amortiguador» financiero adicional del 2.5 por ciento, lo cual eleva el total de los fondos propios duros al 7 por ciento.
La parte mínima de fondos propios «tier 1» se elevará del 4 por ciento al 6 por ciento en el mismo periodo. Estas medidas deben entrar en vigor progresivamente a partir del 1 de enero del 2013 para una aplicación de aquí al 2015 y una puesta en marcha definitiva en el 2019.
Esta reforma, destinada a evitar un hundimiento del sistema bancario como el ocurrido con la quiebra del banco estadounidense Lehman Brothers en el 2008, ha sido muy critica por el sector bancario.
Los grandes establecimientos bancarios temen que las nuevas directivas los obligue a recaudar sumas de dinero colosales.
Los representantes de los bancos centrales han admitido que los grandes bancos necesitarán una suma importante de capitales adicionales para responder a las nuevas normas, según el comunicado.
Por eso la entrada en vigor se hará de forma progresiva.
Pero los bancos centrales han advertido que pondrán en marcha procesos rigurosos de informes para vigilar los ratios durante el periodo transitivo.
Sin embargo, dejaron la puerta abierta a eventuales ajusten al anunciar que responderían a las consecuencias inesperadas si necesario.
Para el presidente del Banco Central alemán, Axel Weber, la fase de transición gradual permitirá a todos los bancos cumplir con las exigencias del nivel mínimo requerido en términos de capital y de liquidez.
«(Este acuerdo) hará que el sistema financiero mundial sea más resistente frente a futuros choques», subrayó su homólogo del Banco Central suizo, Philipp Hildebrand. (AFP)