Fuente: Diario Pulso
El consejero delegado del banco no descarta crecer vía adquisiciones, pero el plan original sería aumentar presencia por el canal digital. Respecto a las presidenciales, Torres resta dramatismo al impacto. Cualquiera sea el resultado, Chile crecería sobre 2% en 2018.
Antes de ser ascendido a CEO de BBVA a nivel global, previo a transformarse en el segundo ejecutivo más importante del grupo y ser considerado el sucesor del presidente del grupo, Francisco González, el actual consejero delegado del grupo BBVA era la cabeza del área digital. Algo que todavía se nota en su discurso. Para Torres, está claro: el crecimiento a nivel global de BBVA se realizará a través de este canal.
El año pasado dijeron que querían ampliar su presencia en Chile. Pero al cierre de 2016 su participación cayó de 6,3% a 6,1%, por una política de riesgo más conservadora. ¿Cómo buscan entonces concretar esa expansión en 2017?
-No descartamos, pero tampoco lo planificamos. Si hubiese una posibilidad, la miraríamos. Hace no mucho hemos estado mirando oportunidades que finalmente decidimos no acometer. Pero si las hubiera, es nuestra responsabilidad mirarlas, analizarlas, ver si encajan estratégicamente y financieramente y esa puede ser una vía de crecimiento para nuestra cuota. Pero el plan no es ese. Eso ocurre si se cruza en el camino.
¿Cómo están viendo las elecciones presidenciales este año en Chile? ¿Qué tanto afecta su planificación para Chile?
-Chile tiene sólidas bases macroeconómicas y un sistema político consolidado. Valoramos muy positivamente la política monetaria que se está llevando a cabo para reactivar la economía.
En cuanto a los riesgos externos para Chile y también para la región continúan vinculados a shocks adversos que podrían provenir principalmente de China. En el plano interno, hemos observado una desaceleración algo mayor a la anticipada. Las previsiones de BBVA Research para Chile son de un crecimiento del 1,5% en 2016 y un 1,6% en 2017, pero el crecimiento potencial para el país sigue estando en torno al 3%.
En definitiva, vemos a Chile como un país de oportunidades, no de riesgos.