Fue una idea que nació en un campus universitario como manera de expresar opiniones o simples chascarrillos entre estudiantes. El planteamiento era sencillo: cada uno, desde el móvil, podía lanzar un comentario de forma totalmente anónima, y el resto podía comentarlo o votarlo. Así, se creó poco a poco un tablón que en poco tiempo causó furor entre los estudiantes y se terminó convirtiendo en la app Yik Yak. La clave del éxito de esta red social, que es la más usada entre los universitarios de EE UU, ha sido el anonimato: poder expresar libremente lo que se piensa sin cortapisas ha sido un factor determinante para catapultar este proyecto que, tras apenas un año de vida, estaba valorado en más de 350 millones de dólares. Pero este mismo anonimato ha sido aprovechado por muchos con fines más oscuros, y esta red social ha sido acusada de ser una plataforma para el ciberacoso.
La aplicación se puede descargar en todos los países del mundo en inglés, y en Francia, Italia y España se ha traducido a los idiomas del país. La compañía no ofrece datos de usuarios, pero en Google Play se han producido entre 1 y 5 millones de descargas. En Apple Store no hay datos.
¿Qué es Yik Yak exactamente y cómo funciona? Basta con descargar la appen el móvil y dar de alta la cuenta. No se exige ningún dato salvo el nombre de usuario, que es elegido a voluntad y, eso sí, el número de móvil para la verificación en dos pasos de la cuenta. Un primer paseo por la aplicación nos recuerda claramente que acaba de llegar a nuestro país: nada del bullicio masivo que se vive en Estados Unidos, donde causa furor. Aquí hay muy poca gente y las reacciones a los comentarios son escasas. Sin embargo, si nos asomamos a los temas trending a nivel mundial, el asunto es diferente. Los usuarios de esta red social alternativa lanzan ideas al vuelo y el resto las vota o comenta, siempre bajo el paraguas del anonimato.
Los temas pueden ser de todo tipo y sin un criterio claro, pero en las pasadas elecciones en Estados Unidos se vivió un intenso debate en Yik Yak entre sus usuarios, con votación incluida cuyos resultados fueron publicados posteriormente en el blog de la compañía. Yik Yak es en realidad el mejor termómetro de lo que piensan los millenials en aquel país, en cuyas universidades se libran intensos debates a través de esta app social. Y ahora quiere repetir este éxito en España, pero no está claro que lo logren dadas las peculiaridades no sólo de los usuarios de cada país, sino los europeos en general. En este sentido, Javier Mombiela, el gerente de Yik Yak para España habla de una “excelente acogida”, aunque rehúsa de aportar cifras por cuestiones de política de empresa.
La controversia acompaña a la propia aplicación tras las acusaciones vertidas sobre la misma de fomentar el acoso en la red, es especial sobre las mujeres
Pero la controversia acompaña a la propia aplicación tras las acusaciones vertidas sobre la misma de fomentar el acoso en la red, en especial sobre las mujeres. En muchos campus, el anonimato fue utilizado por un número significativo de usuarios para llevar a cabo auténticas cacerías sobre diversos estudiantes que, en algunas ocasiones, terminaron en intentos de suicidio. De hecho, hay una petición en marcha en Change.org, con 83.014 firmas, que reclama su cierre.
La aplicación tomó medidas con la inclusión de perfiles (algo muy similar a Twitter), mediante los cuales se pudiera efectuar un control de su actividad. En este sentido, hay dos tipos de usuarios: los anónimos y los que usan un perfil, pero Mombiela explica que “ambos tienen un seguimiento”. La app ofrece un sistema automático de reporte de contenido inapropiado que bloquea una cuenta si son varias las notificaciones recibidas.
Fuente: http://tecnologia.elpais.com/