Aunque Google cerrará Compare el 23 de marzo, sigue teniendo muchos intereses en el negocio fintech. Además, Citigroup acaba de recomendar a la compañia la compra de la aseguradora AIG. ¿Recogerá ese guante? ¿Sería una buena idea?
Hace apenas unos días conocimos que Google ha decidido echar el cierre a Google Compare, su comparador de seguros, hipotecas y tarjetas de crédito.
El portal, que opera en Estados Unidos y Reino Unido, permite conocer y comparar la oferta de seguros de automóviles, préstamos hipotecarios y tarjetas de crédito. El modelo de negocio se basa en el cobro de comisiones, aunque la compañía de Mountain View incluso cuenta con autorización para vender algunos productos directamente a los consumidores.
Sin embargo, el próximo 23 de marzo, sólo un año después de su puesta en marcha, tirará la toalla. Esta unidad de negocio no ha respondido a las expectativas que tenía la empresa, por lo que ha decidido dejar de malgastar tiempo y esfuerzos y centrarse en Google Adwords y otras innovaciones que irán llegando al mercado.
Lo paradójico de esta decisión es que apenas una semana antes, Citigroup recomendaba a Alphabet, la matriz de Google, la adquisición de la aseguradora AIG, según informaba Quartz. Los analistas indicaban que debería asociarse con un banco de inversión para compra la compañía y convertirla en un laboratorio de seguros fintech. No obstante, reconocían que es poco probable que se produzca esta operación, aunque creen que sería una idea audaz y muy prometedora.
Este movimiento podría impulsar el desarrollo del sector financiero en el ámbito tecnológico, más allá de los pagos electrónicos. Citigroup basa esta propuesta en el previsible auge del ‘modular finance’. Mientras que las entidades tradicionales se han basado en la venta de paquetes completos de productos, el ‘modular finance’ consiste en el diseño de ofertas complejas a medida del cliente. Y en este ámbito, las empresas tecnológicas se desenvuelven muy bien.Por otro lado, acercaría el sector tecnológico al asegurador, del que se mantiene a cierta distancia por su elevado nivel de regulación e interconexión y por su difícil automatización.
Los analistas opinan que la compra de AIG daría acceso a Google a un equipo experimentado y a los datos recopilados durante décadas por la aseguradora. Sin embargo, reconocen que los accionistas de la empresa californiana probablemente no verían con buenos ojos la adquisición de un gigante del seguro muy volátil, además de las complicaciones regulatorias que traería bajo el brazo. Por eso,recomiendan la asociación con un banco de inversión para llevar a cabo la operación, quedándose Google con el control de los datos y del desarrollo estratégico y dejando a su partner la búsqueda de nuevo negocio.
Aunque no parece que Google vaya a hacer caso de estos consejos, lo cierto es que viene demostrando interés por el negocio fintech desde hace algún tiempo. En el ámbito de los pagos, la compañía está detrás de Android Pay, su sistema de pagos móviles mediante tecnología NFC; y también dispone deGoogle Wallet, un monedero virtual prepago para pagos electrónicos. Por otro lado, en 2014 lanzóRobinhood, un bróker online gratuito que tiene más de 600.000 usuarios. Además, en Estados Unidos y Reino Unido ofrece préstamos a pymes que adquieran publicidad en su buscador. También posee el 7% de Lending Club, una de las plataformas más importantes de crowdlending. Asimismo, dispone de licencia bancaria en Holanda.