Las empresas chilenas ven en la tecnología española la posibilidad de mejorar su competitividad, dijo hoy el director de la Federación Española de Centros Tecnológicos (Fedit), Aúreo Díaz, quien se encuentra en Santiago para participar en unas jornada sobre la industria del plástico.
«Nos focalizamos en ayudar para que las empresas sean más competitivas y desarrollen la tecnología que necesitan para incorporar innovación a nivel local y global», explicó Díaz a Efe.
Los centros tecnológicos españoles dan apoyo a empresas de muy diversos sectores, entre los que se encuentran algunos en los cuales Chile tiene un especial interés, como la agroalimentación, las energías renovables no convencionales y la biotecnología.
«Trabajamos con empresas públicas, pero fundamentalmente nos dirigimos al sector privado, de donde procede el 64 % de nuestro presupuesto», indicó el responsable de Fedit.
La Federación Española de Centros Tecnológicos abarca un amplio abanico de organizaciones, entre ellas Aitiip, una referencia en Europa en el sector de la transformación del plástico, que participará activamente en la «Jornada de Innovación y Tecnología» de esta industria que se celebrará este jueves en Santiago.
«Casi en cualquier sector en España hay un centro tecnológico que da soporte a las empresas», subrayó Díaz.
«Todas las empresas tienen necesidades tecnológicas, todas necesitan innovar y nosotros podemos darles apoyo, en todos los sectores».
El director de Fedit destacó el papel de la tecnología y la innovación en la búsqueda de nuevos mercados exteriores que han hecho las empresas españolas, un factor que ha permitido capear algo mejor la crisis económica que ha golpeado al país en los últimos años.
«Las empresas que han aguantado la crisis han sido las que estaban mejor preparadas tecnológicamente y desde el punto de vista competitivo. Son las que han podido diversificar el mercado cuando las ventas han caído», precisó.
Fedit agrupa actualmente a unas 17.000 empresas de toda España pertenecientes a un amplio espectro de sectores industriales.
«De esas empresas, las que tenían acuerdos de colaboración con los centros tecnológicos y habían desarrollado líneas estratégicas, han visto la externalización como un paso lógico dentro de su evolución y no se han visto sorprendidas», sostuvo Díaz.
El dirigente de Fedit lamentó que «siempre que hay una crisis, lo primero que desaparezca de las empresas es el I+D+i (investigación+desarrollo+innovación), que además es lo último que vuelve luego». Díaz defiende que hay que hacer justamente lo contrario.
«Las empresas que están mejor preparadas son las que tienen objetivos claros, las que funcionan de manera contracíclica y en época de crisis siguen apostando por la innovación y la tecnología», argumentó.
Díaz lamentó que el nivel de inversión en I+D+i en España haya decrecido en los últimos años.
«Las políticas públicas que se han ido implementando desde 2010 en adelante han hecho que no sea fácil para una empresa invertir con sus propios fondos», dijo.
Eso ha hecho que en los últimos años cuatro o cinco años los gastos de I+D+i hayan caído por debajo del 2 %, hasta llegar al 1,23 %».
«No se ha apostado por una política realmente fuerte para mejorar la inversión pública y privada en innovación», opina Díaz, quien destaca que, afortunadamente, esa tendencia se ha revertido en los dos últimos años, si bien sus efectos tardarán en verse.
España ocupa el noveno puesto en la clasificación mundial en cuanto a publicaciones científicas, sin embargo, ha retrocedido en cuanto a innovación en las empresas, cayendo del puesto 17 al 23, y por ello urge una toma de conciencia por parte de todos los sectores involucrados, enfatizó.
