Por David Iacobucci, Gerente Comercial de Level 3 Chile
Pocas veces en la industria de las TI ha podido hablarse con más propiedad de la denominación “megatendencia” como está aconteciendo hoy con la irrupción de la sigla “SDE” (Software Defined Everything o “Todo Definido por Software”) y que cada día escucharemos con mayor frecuencia.
La justificada relevancia de SDE se refrenda por el profundo impacto que está teniendo y tendrá en el desarrollo de soluciones y tecnologías para los Data Center, las redes y el almacenamiento, es decir, para el corazón de los negocios actuales. Estamos, ni más ni menos, que ante la consolidación de las TI como un servicio, con todo lo que ello implica en términos de automatización, administración y, por cierto, de reducción de costos.
Veamos por qué. En primer lugar, al desacoplar el software del hardware y poner la “inteligencia” como centro de las TI, se permite a las organizaciones acceder a soluciones tecnológicas con menos limitaciones para la renovación o para aumentar rápidamente las capacidades de la infraestructura de TI, y con una flexibilidad inédita.
En efecto, a partir de dicha flexibilidad, las empresas pueden hoy comenzar a soportar mejor los peaks de demanda en sus sistemas y hacerlo con total sintonía con sus propios ciclos de negocios.
Esto, que ha sido una de las promesas de la industria de TI por años y que sólo había podido concretarse de forma parcial o parcelada, por así decirlo, empieza a materializarse de manera transversal. Y lo mejor es que lo hace en un contexto de creciente exigencia de demanda para las TI, debido a que la tecnología ha ido permeando todo, lo que redunda en inmensos volúmenes de datos, muchos de ellos generados desde fuera de las organizaciones, además de los fuertes requerimientos de acceso a datos móviles y de una cada vez mayor capacidad para realizar transacciones on-line con clientes, partners y proveedores.
Si consideramos las exigentes demandas para las TI –y las que vendrán en el futuro cercano– no es aventurado, entonces, decir que SDE es una respuesta de la industria sin precedentes, que rompe los límites de acceso a avanzadas TI empresariales para organizaciones de todo tamaño, especialmente, para las pequeñas y medianas, que pueden hoy acceder a soluciones que hasta hace poco eran impensadas para sus presupuestos.
Por eso, cuando la palabra innovación aparece como un verdadero “mantra” para el mundo de los negocios, la sigla SDE toma un lugar privilegiado. La razón es que los negocios disponen no sólo de soluciones flexibles, capaces de aumentar sus capacidades de transmisión, almacenamiento o transacciones de datos, a costos más flexibles, como está dicho, sino que se apropian de las TI como un eje, un facilitador, para transformar y optimizar sus propios procesos, servicios y productos. Con SDE hay una mayor velocidad para reaccionar y, por ende, la innovación dejar de ser un simple eslogan y se hace tangible en el día a día.
El desafío consiste entonces, en encontrar la adecuada combinación de tecnologías en el tiempo que maximice el potencial de cada organización, y le permita alcanzar sus objetivos empresariales con la mayor velocidad, dentro de costos manejables y conocidos.