egkafati.bligoo.com: El sistema bancario español tiene las menores ratios de morosidad entre los sistemas bancarios europeos de nuestro entorno. En particular, destaca la diferencia con el sistema bancario de los tres mayores países de la zona del euro, con ratios de morosidad cinco veces superiores. Además, el nivel de cobertura de los activos dudosos es muy superior en las entidades españolas.
Así, en la actualidad, los fondos de insolvencias cubren en más de dos veces el volumen de activos dudosos. Por el contrario, para la media de las entidades europeas, la cobertura de los activos dudosos se sitúa algo por encima del 65% de los activos dudosos. Al poner en relación la evolución de la morosidad hipotecaria con la que se observa en Estados Unidos, país que está sufriendo dificultades en el mercado inmobiliario de especial intensidad, queda patente que no hay similitudes entre ambos casos. Así, si se compara el conjunto de las hipotecas concedidas en España con el de aquellas de mejor calidad crediticia en Estados Unidos [segmento prime], se observa que las entidades españolas mantienen un nivel muy reducido de morosidad, incluso teniendo en cuenta el repunte reciente y la posibilidad de que siga deteriorándose la morosidad en el futuro próximo.
Aunque ya se ha visto que el nivel de las ratios de dudosos y la evolución de las curvas de dudosos en el crédito empresarial no muestran aumentos significativos, es cierto que algunos segmentos de negocio, en particular el de financiación a promotores inmobiliarios, han crecido de forma muy sustancial en esta década y ahora están experimentando una desaceleración más intensa del crédito. Por ello, tiene interés realizar pruebas de resistencia [stress testing] de las entidades de depósito españolas ante potenciales dificultades en este segmento de negocio. Así, un primer ejercicio consiste en multiplicar la ratio de dudosos del crédito a promotores en el peor momento del anterior ciclo económico [13,1% en diciembre de 1993] por la exposición corriente, en diciembre de 2007, y considerar una pérdida en caso de impago del 50% [tasa de recuperación del 50%], muy elevada tratándose de activos inmobiliarios. Con estos supuestos exigentes, la pérdida total solo representaría el 63% del actual fondo de insolvencias. En un escenario menos drástico, teniendo en cuenta los significativos cambios que se han producido en la economía española, en la situación financiera de las empresas y en la gestión del riesgo de crédito por parte de las entidades, con, no obstante, unas hipótesis duras sobre la evolución de la actividad productiva en los dos próximos años [estancamiento del crecimiento], se contemplan unas ratios de morosidad en torno a la mitad de las observadas en el máximo de 1993.
Dichos ratios, unidas a una pérdida en caso de impago del 50%, se traducen en un impacto en el fondo de insolvencias del 31%. Por lo tanto, el sistema bancario español, gracias a una política de provisiones conservadora en esta década, está en condiciones de afrontar, en el caso en que tuviera lugar, un rápido y significativo empeoramiento en la morosidad en el segmento de promoción inmobiliaria.