El pasado 25 de junio, en el encuentro Google I/O, expusieron varias startups y UANBAI fue una de ellas. Francisco Troncoso, Co Founder de este emprendimiento conversó con nosotros para explicar todo sobre esta empresa.
¿Qué es Uanbai?
«Uanbai es una plataforma que permite comprar y vender por medio de las cuentas de redes sociales. Así, cualquier persona o comercio que utilice Facebook o Twitter para interactuar con sus clientes, gracias a Uanbai, puede vender en cada posteo que hace. Además, Uanbai por su simpleza y rapidez, funciona muy bien para las empresas que tienen que hacer cobros recurrentes a sus clientes. Así, nos integramos a Virgin Mobile, que vende recargas de celulares a sus clientes por medio de Facebook y Twitter, siendo la primera compañía del Mundo en hacerlo gracias a Uanbai, y es por ello que en este momento nos estamos integrando a otras empresas telefónicas.»
¿Cómo nació esta idea y cómo pensaste en cambiar el problema por solución?
«Uanbai nace de un desarrollo de mi socio, Iván Kruze, que construye una plataforma para comprar y vender por medio de Twitter. En ese momento estábamos abocados a otras plataformas, y cuando me lo muestra, de inmediato supe que teníamos que empezar a dejar los otros desarrollos que estábamos haciendo y concentrarnos 100% en Uanbai. Ya que el potencial era enorme. Ahí, en conjunto empezamos a trabajar sobre este desarrollo y fuimos puliendo el desarrollo. Así, incorporamos Facebook, nos integramos con Transbank, agregamos el One Click y desarrollamos la plataforma para cobros frecuentes. El concepto que más nos parece interesante es empoderar a las redes sociales como plataformas de comercio. Ahí nos parece que Uanbai, por su simpleza, le agrega valor a los comercios y a las personas.»
¿Qué problemas resuelves y cómo lo haces?
«Hoy en día, vemos que existen muchos comercios pequeños que centran sus ventas en las redes sociales. Estos comercios, que tienen una base importante de clientes, frecuentemente para desarrollar sus transacciones, lo hacen de una forma muy engorrosa en que piden que las personas se comuniquen por medio de mensajes directos y le envíen datos de las cuentas corrientes para poder realizar una transferencia y así comprar el producto. Estos comercios, al mismo tiempo, por ser pequeños tienen serios problemas para integrarse con transbank y no pueden habilitar un botón de pago en sus principales canales de venta. Ahí, es donde vimos una oportunidad para agregar valor y entregar una herramienta de fácil implementación que permite que cualquier persona o comercio pueda vender por medio de sus cuentas de redes sociales, sin tener que caer en todo lo engorroso que es el proceso de una transferencia electrónica. En definitiva, le ponemos un botón de pago a los posteos de Facebook o Twitter. Y eso, para alguien que tiene una página de Facebook donde promociona sus productos es de tremendo valor.»
¿Cómo ha sido el camino del emprendimiento? ¿Cuál es tu historia en este rubro y por qué decidiste crear tu propio negocio?
«El camino de emprendimiento es duro. Pero tiene la enorme satisfacción de que estás creando algo completamente nuevo y único. En definitiva estás aportando a la sociedad en una forma mucho más cualitativa, y eso al final hace que las sociedades alcancen un nivel de desarrollo mayor. Como todo emprendedor, este no es mi primer intento. Antes intenté en otras áreas, desde el turismo de intereses especiales, hasta una aplicación de realidad aumentada. Y en todos los casos la motivación es un poco la misma. Aportar en algo nuevo, que sea útil y valorado. Esto, no siempre es posible hacerlo desde un mundo corporativo que es mucho más estructurado, y menos lo es, cuando uno empieza y es un ejecutivo junior. Por lo tanto, la lógica del emprendimiento nace de mi deseo natural de “hacer cosas” que impacten en la vida de las personas y cambien para mejor las experiencias que se tienen en la actualidad. En un mundo corporativo, las altas gerencias sienten que tienen “tanto que perder” que sólo buscan soluciones probadas y tratan de replicar casos de éxitos. Lo que inhibe fuertemente la posibilidad de innovación. Al final, mis ansias de poder hacer cosas distintas, hacen que busque el emprendimiento como camino para poder canalizar mis deseos de aportar.»
¿Cuál es el principal desafío que tienes actualmente y en planes a futuro?
«El principal desafío es hacer crecer a Uanbai. En esa línea tenemos propuestas concretas de replicar lo que estamos haciendo acá en México y en Colombia y ciertamente queremos hacerlo. Además acabamos de lanzar la plataforma de recargas vía WhatsApp, con lo cual nos transformamos en la primera compañía del Mundo en permitir generar ventas vía esta red social. Al mismo tiempo queremos diversificar nuestra oferta en otras áreas y poder trabajar en forma más cercana con los Bancos, ya que creémos que podemos agregarles valor de una forma muy sustancial con nuestros desarrollos, para agregarle valor a los clientes finales.»
¿Qué consejos le entregas a los que recién están empezando?
«Más que un consejo, lo que más me gusta afirmarle a todos quienes creen tener una “gran idea” y que siempre temen a que “les roben la idea” es que no hay nada en el Mundo más sobrevalorado que “una idea”. Tener “millones de ideas” o “muy buenas ideas” no significa nada. Lo realmente importante es la EJECUCIÓN, y para ello es clave el EQUIPO. Nada más. Las ideas, son dinámicas. Cambian en el tiempo, y muchas veces los resultados finales son completamente distintos a las ideas que motivaron los emprendimientos. Lo único que hace la diferencia entre un concepto imaginario, como lo es una idea, y un producto real, es la ejecución. Y es por ello que lo más importante es moverse y partir. Porque al final, es haciendo como se construyen las cosas, no pensando. Y para hacer las cosas bien, es clave que el equipo sea complementario. Distinto, donde las personas tienen roles diferentes. Al fin y al cabo, al igual que en el fútbol: “uno patea el córner; y el otro la cabecea¨, no existe el caso en que uno haga las dos cosas; y para ello se necesita un jugador que le pegue bien a la pelota y meta el centro; y se necesita otro que vaya bien por arriba y cabecee. No dos pateadores. Ni tampoco dos cabeceadores.»