En algunos casos se podrán dejar hasta 5.000 dólares, pero el dinero deberá contar con documentación de respaldo. Los controles están en línea con el acuerdo entre el país vecino y Argentina de combatir la evasión.
Hace poco, los argentinos que cotidianamente mueven un importante flujo de dinero a Uruguay la empezaron a tener más difícil. Con una clara intención de divorciarse de su pasado de «paraíso fiscal», las autoridades financieras del país limítrofe ordenaron a bancos y entidades ejercer un control más férreo sobre las operaciones en efectivo.
Pasaron a ser sospechosas todas aquellas que no cuenten con la documentación necesaria que respalde el dinero: desde los pequeños retiros sin justificativo, hasta las grandes transferencias del exterior sin explicación comercial o patrimonial.
En pocas circunstancias los bancos admiten sumas en billetes, aunque no deberán superar los 5.000 dólares. Distinto es para las grandes extracciones. Al ser considerados sospechosos, estos movimientos suelen terminar con un cierre de cuenta, según informa el diario El Cronista Comercial.
El endurecimiento de los controles está en sintonía con el último acuerdo de intercambio de información fiscal firmado entre la Argentina y Uruguay.
En 2012, llegaron al compromiso de permitir el acceso al origen y la naturaleza de las inversiones, las acciones, plazos fijos, propiedades de los ciudadanos de ambos países. El convenio puso fin al histórico «secreto bancario» de la costa oriental del Río de la Plata, además de impedir la doble carga impositiva.
«Muy por el contrario de lo que se cree en nuestro país, en Uruguay no es posible depositar efectivo, tanto en los bancos como en las cuentas de las sociedades de bolsa o casas de cambio, sin contar con la justificación y documentación debida», concluyó al matutino Mariano Sardáns, CEO de la gerenciadora de patrimonios FDI.
Los bancos les solicitan a los extranjeros que depositen hasta 5.000 dólares, justificar las sumas con una declaración jurada de impuestos del país de residencia del cliente y con una declaratoria de Aduana -para sumas superiores a los u$s10.000- si es que el dinero provino desde otro país. Si el origen del capital se produjo sobre suelo uruguayo, como la venta de un inmueble, el monto tiene que respaldarse con la escritura de venta.
«La persona debe demostrar que se trata de dinero generado o proveniente de actividades lícitas. Nadie con actividades lícitas debería tener problemas. Eso es lo que los bancos necesitan que se les demuestre y para eso los particulares y las empresas deben estar adecuadamente asesorados para poder tener su situación en regla», concluye Sardáns.
Fuente: infobae.com