MasterCard reveló en su reporte “The Cashless Journey” cómo 33 de las principales economías del mundo están evolucionando de sociedades que funcionan mayormente con efectivo hacia sociedades que funcionan sin efectivo.
El estudio incluye cuatro países de América Latina: Brasil, México, Colombia y Perú, y revela que Brasil y México estan en medio de la transición hacia una sociedad sin efectivo.
“The Cashless Journey” evalúa el progreso de las naciones hacia procesos de pago más eficientes y modernos al considerar la actual participación del dinero y los pagos que prescinden del efectivo entre los consumidores, la manera en que esta participación se ha ido desplazando en los últimos cinco años y si existen las condiciones para que los pagos en efectivo se desplacen hacia un sistema electrónico.
El informe, elaborado por MasterCard Advisors, identifica factores clave que van impulsando el desplazamiento del efectivo en los países mencionados, como nuevas tecnologías, impulso gubernamental y preferencias del consumidor.
Según el estudio, se considera que Brasil y México están acercándose a un “punto crítico” en esta transición. Colombia y Perú están dando los primeros pasos hacia el desplazamiento del efectivo, confrontando en ambos casos desafíos similares en temas como la inclusión financiera, insuficiente concentración de comercios y una economía predominantemente informal.
Brasil, una de las economías de más rápido crecimiento en el mundo, se está beneficiando de la urbanización y del incremento acelerado de la clase media, hechos que están impulsando cambios en las costumbres de pago del consumidor de todo nivel de ingreso.
El informe señala que México debería continuar con su enfoque en la educación y la inclusión financiera. El gobierno mexicano está consciente de esa realidad mientras ha ido evalúando el costo del uso de efectivo para la economía del país mediante la evasión de impuestos y los efectos nocivos del lavado de dinero y la corrupción.
La investigación de MasterCard Advisors tambien señala que el nivel de preparación de un país para progresar hacia un modelo que no dependa del efectivo es determinado por factores como acceso y asequibilidad de los servicios financieros; la magnitud y la participación en el mercado de los comercios minoristas; el nivel de tecnología que esté disponible y la participación del consumidor en la economía formal.
Kevin Stanton, Presidente de MasterCard Advisors, concluye: “Mientras que la transición de cada nación es única y requiere una comprensión de la realidad local, los beneficios que acompañan a un modelo social con un sistema de pago sin uso de efectivo son universales: más comodidad para los consumidores, mayor eficiencia en las estructuras gubernamentales, mayor productividad para los negocios e inclusión financiera más amplia para la sociedad en conjunto al integrar a más ciudadanos en la economía formal”.
Fuente: cioal.com