El pago de beneficios sociales por medios electrónicos es una de las herramientas con mayor potencial para promover la inclusión financiera de los grupos más vulnerables. Tema que las cajas de compensación están en condiciones de abordar.
El Informe de Estabilidad Financiera (IEF) del Banco Central, correspondiente al segundo semestre de 2012, concluye que “el crecimiento anual de la deuda de los hogares se mantuvo en niveles similares a los de años precedentes, persistiendo el menor crecimiento de fuentes no bancarias”.
Esto último es consistente con las cifras obtenidas por las cajas de compensación, que muestran un nivel de expansión inferior al previsto en sus colocaciones. En efecto, la deuda de los hogares con bancos continúa siendo la de mayor crecimiento, representando el 77%, con un 51% en deuda hipotecaria y un 26% en deuda de consumo.
Por el contrario, los operadores no bancarios sólo representan el 23% de tales deudas.
En el crédito de consumo, producto de mayor importancia para las cajas de compensación, la participación de éstas últimas alcanza solamente al 3,6%, porcentaje que se explica por los límites al endeudamiento que rige para sus afiliados.
En materia de medios de pago, el Banco Central estima beneficioso que se flexibilicen las regulaciones que restringen la emisión de algunos medios de pago minorista sólo a empresas bancarias. En tal sentido, se plantea los avances que es posible explorar si se permite la emisión de tarjetas de pago con provisión de fondos por parte de entidades no bancarias.
Esto último es coherente con el interés de las cajas por potenciar su pilar financiero, base y sustento de su pilar social, sin descuidar su propósito central que es hacerse cargo del universo de transacciones que pertenecen a los ámbitos previsionales y laborales.
La cobertura de más de 6 millones de afiliados, el grado de cumplimiento de requerimientos prudenciales en materia de liquidez, solvencia y control de riesgos operacionales y tecnológicos de las cajas de compensación, más la labor que desde 1974 han venido realizando en pro de la inclusión financiera, permiten dimensionar el impacto que una solución de esta naturaleza podría llegar a tener para los sectores laborales y pensionados del país.
Fuente: www.df.cl