Una nueva investigación de KPMG demostró que en los últimos años, la cantidad de sucursales bancarias se mantuvo constante mientras que los cajeros automá
ticos se triplicaron.
Lo anterior, debido a que los servicios financieros que los bancos desean ofrecer se relacionan con transacciones que requieren implementación de recursos tecnológicos y una optimización del factor humano. Alineado con esto, el posicionamiento de bancos en provincias poco atendidas se hizo con canales que no requieren grandes costos iniciales ni de mantenimiento.
KPMG, la firma de auditoría, impuestos y asesoría, realizó un estudio sobre el comportamiento de los bancos frente a la decisión de instalar sucursales y cajeros automáticos (ATMs) en las distintas regiones del país, y la evolución de estos dos canales de atención. «El informe profundiza sobre la bancarización y la concentración geográfica. Tanto el acceso masivo de la población a las cuentas bancarias como medio de ahorro y de pago, como a las facilidades crediticias, son vitales para una sociedad más desarrollada y equitativa», comentó Ricardo De Lellis, Socio a cargo de la Industria de Servicios Financieros de KPMG en Argentina.
La tendencia de los últimos años en Argentina revela que el cambio en la composición de las agencias bancarias se plasmó en un mayor crecimiento de puestos de atención con mayor requerimiento tecnológico: la cantidad de sucursales se mantuvo más o menos constante al tiempo que los cajeros automáticos (ATM) se multiplicaron por tres desde fines del siglo pasado.